ES LA LEY …
Tres empates, dos derrotas en el apertura del Uruguayo.
Demasiado para un grande como Nacional, además de no encontrar en ningún partido el equipo real, ése grupo, que dio ilusiones, por ejemplo, en la Libertadores, como dijimos ayer, pero que fracasó, rotundamente en el inicio del torneo local.
Demasiado poco para Nacional.
Domínguez creyó en un sueño anual, pero la realidad del fútbol uruguayo, es día a día y no da tregua.
Es que, es así en todo el mundo.
Los técnicos que no ganan, se sustituyen, los desplazan del cargo porque los dirigentes y los propios protagonistas, los jugadores, hacen lo que pueden, pero contra la realidad, ese sueño que te acuna, la acción negativa te despierta enseguida.
El jugador se entrega, como es lógico, de cuerpo y alma, pero si no tiene la indicación correcta, el camino a recorrer, pierde el concepto de lo que está haciendo en el campo.
Pasó en el Real Madrid, por ejemplo, regresó Zidane, porque Solari, no lo convenció, por los resultados, claro está, a Florentino Pérez.
Y es así y siempre será así.
El fusible, del que tanto hablamos en el fútbol, cuando se pierde es el técnico.
Si todo va bien, son los jugadores y un porcentaje el que dirige.
Si el barco se mueve y pierde el rumbo el capitán tiene la culpa.
Si se viene a pique, el técnico, lamentablemente, pierde su trabajo.
Es la historia del deporte y no solamente en el fútbol. En todos los deportes, el rendimiento de quienes tienen la responsabilidad de conducir una institución del prestigio de Nacional, no pueden fallar en ningún momento o por lo menos, caer, sí, porque es lógico, pero presentar coherencia en su desarrollo deportivo.
No pasó eso con Domínguez.
Dijimos días atrás que el arranque de la Libertadores fue bueno e ilusionó al parcial tricolor.
Se le ganó a Zamora de visitante y Atlético Mineiro de local. Los dos uno a cero. Los dos Bergessio, el arma potencial tricolor.
Pero ése no fue el tema de la despedida, obvio.
El asunto es el rendimiento uniforme, el lograr una acción colectiva coherente, afuera y adentro.
Buen arranque en la Libertadores y terrible pique en el Apertura, con un golpazo fuerte, como el ese 1 – 4 de Wanderers, que desequilibró al equipo totalmente.
Declaró Domínguez que el tema no es mensual, sino anual, en su defensa, digamos.
No alcanzó.
Se sabe que no es así. Aquí, como en todo el mundo, el jugar uniforme, parejo, con rendimiento lógico afuera y adentro es fundamental.
No lo logró el argentino. 3 puntos en 5 partidos. 10 goles en contra y sólo 5 a favor, como que no le cierra a un grande del fútbol uruguayo.
Es fracaso y no virtual.
No somos de los que escriben después que pasan las cosas. Anticipamos que éste equipo, en la Libertadores tenía y tiene una chance altamente importante y no nos desdecimos de lo afirmado.
Así lo creemos y esperemos que, con el conductor que elijan los directivos, ésta presunción que tenemos que se trasnforme en realidad.
Pero los resultados locales siempre han mandado y no ésto no ha cambiado en nada en el fútbol local.
Ni tampoco en el mundial, como ya lo vimos, nada menos, que en el Real Madrid.
Entonces, Domínguez consiguió dos resultados altamente positivos en la Libertadores, pero fracasó en casa …
No tiene vuelta.
Decurnex dio su veredicto, en acuerdo con sus compañeros de directiva y finalizó la relación contractual.
No nos place escribir sobre un despido, ni que un trabajador del fútbol, quede sin empleo.
Pero son las reglas del juego, aceptadas por unos y otros.
Nada es más fuerte que la realidad y a menudo …. nada más extraño.
Es la ley …
Ahora a buscar candidatos.
Por respeto a los profesionales, no citaremos ningún nombre aún cuando los tenemos y han aparecido por ahí …
Quien sea, a quien corresponda la tarea, que le vaya lo mejor posible por el deporte uruguayo y porque se trata de un grande, al que, justamente, ayer escribíamos que hace 31 años y fracción que, ni Nacional, ni Peñarol figuran en las finales o momentos claves de la Copa Libertadores de América.
Domínguez cesado. Nuestro respeto hacia su trabajo, como tiene que ser, pero su pensamiento no le dio resultado.
Nacional entra en una etapa trascendente, teniendo un buen futuro en la Libertadores.
Habrá que acertar en el técnico. Siempre es la misma situación. El deporte es así.
Si bien, aplausos, si mal, adiós.
Es un histórico que está en decadencia local, no así internacional.
¿Es solucionable?
Obvio. Para algo están los dirigentes y ésta jugada es de ellos.
Por el fútbol uruguayo, que tengan suerte y elijan con éxito.
Nacional y su gente lo merecen.
El optimismo es el motor del hombre.