Tecnología en la línea de gol
La FIFA autorizó a las empresas GoalRef y Hawk-Eye a instalar “en todo el mundo” sus sistemas GLT en un nuevo y firme paso para evitar los “goles fantasmas” en el fútbol.
Un “instituto independiente” de análisis se encargará de la inspección final que permitiría a ambas firmas lograr el distintivo de calidad FIFA (FIFA QUALITY PRO), indispensable para comenzar a ser utilizado en partidos oficiales.
Ambas empresas superaron diversas pruebas entre octubre de 2011 y junio de 2012, tras lo cual, el 5 de julio pasado, se produjo una histórica decisión de la International Football Association Board (IFAB) sobre el uso de la tecnología.
La IFAB, organismo responsable del reglamento del fútbol, acordó por unanimidad el uso de la tecnología en la línea de gol, que empezará a utilizarse en el Mundial de Clubes de Tokio, en la Copa de las Confederaciones de Brasil de 2013 y en la Copa del Mundo de Brasil de 2014.
Según se prevé, el árbitro seguirá siendo quien decide si un balón entró o no, pero se estima “altamente improbable” que rechace un veredicto del sistema GLT (Goal line technologies).
Cada Federación será libre de decidir tiempos y modalidades de introducción del sistema y no desaparecerán los “jueces de puerta” que ya operan en algunos campeonatos, bajo la aprobación de la UEFA, aunque no sean del agrado de la FIFA.
De los dos sistemas propuestos el más conocido es el “Hawk-Eye” (“Ojo de Halcón”), ya utilizado en el tenis: se colocarán 7 cámaras por arco, todas ellas operantes en HI-FI, si la pelota ha traspuesto la línea de sentencia elabora instantáneamente las imágenes y manda una señal visual al reloj del árbitro.
El segundo, llamado “Goal Ref”, es germano-danés, y es menos conocido, aunque muy elogiado, por su sistema de campos magnéticos, que requiere que se juegue con una pelota a rayas también magnéticas que contengan un “chip”.
Ambos sistemas tienen un costo de entre 150.000 y 250.000 dólares en cada estadio.