Sin Pérdida de Memoria
8:45 del día después. Café Martínez de Ellauri y Montero. Pluna, Chávez y el debate de Obama – Romney dejaron de ser temas recurrentes. Forlán, Scotti, Tabárez y proceso son palabras que van con eco. Salen de todas las bocas que suelen pedir la parte política del diario y evitan la deportiva. El fervor y la pasión desenfrenada por la Selección Uruguaya logran estas extrañas metamorfosis. Los elogios de antes (merecidos) se trocaron velozmente por las críticas de hoy (algunas justas).
“Forlán, Scotti, Tabárez y proceso son palabras que van con eco”.
Voy por el segundo capuchino y sigo acumulando en la memoria (me funciona bien) momentos vividos por esta generación. Mi agradecimiento a ellos excede al hecho de extender mi estadía en el Mundial o de regalarme haber visto toda la Copa América 15. Todos quienes somos padres de niños sub 12, sabemos que el efecto Sudáfrica 2010 nos regaló el fanatismo de nuestros hijos por el fútbol.
Los que hoy no están rindiendo fueron “próceres” de situaciones sublimes que nos generaron a todos esa divina disfonia que a veces nos da el fútbol. Siento que hay una confusión que envuelve a algunos protagonistas de este ciclo exitoso. Analizar una situación de juego, criticar un cambio en un partido, disentir con un sistema táctico y marcar mi visión sobre el bajón de nivel de algunos futbolistas, no me hace carente de memoria. Cuestionar la titularidad y la suplencia de algunos jugadores no me transforma en un desmemoriado. La profesión que elegí me lleva a analizar lo que veo e intentar explicarle al consumidor por qué se da un resultado. Estoy convencido que este subsuelo futbolistico en el que está nuestra Selección tiene hechos que ayudan a la explicación.
Lugano, Godín y Eguren, figuras del “proceso Tabárez”.
El gran éxito de Tabárez, hoy es una falla. El buen ojo para seleccionar futbolistas con chapa de Selección fue uno de los atributos del entrenador. Sorprendió con convocatorias, logró máximos rendimientos y formó un grupo solidario. Sin embargo, el presente reclama una mínima renovación. No se trata de una típica “limpieza” más aplicable a un club que a una selección. Un recambio con ingresos y egresos. En los últimos juegos de la Eliminatoria algunos titulares no justificaron la titularidad. El banco de suplentes (12 opciones de recambios) parece no seducir a Tabárez. Los atacantes que esperan (Abreu y Seba Fernandez) no son utilizados. Lo mismo se aplica con algunos volantes y defensores. Ante tan poca utilidad, Tabárez acortó el plantel.
Fuera de la Selección no se encuentran cracks que merezcan llegar y ser fijos en el once de Tabárez. Pero existen algunos futbolistas que cumplen con requisitos básicos (jugar semanalmente) para participar de un grupo de trabajo que parece estar cerrado.
