El fútbol, arte de lo impensado…
Escribe Atilio Garrido / Fotografía Fernando González
El director técnico récord del mundo, el excelente Oscar Tabárez, confirmó la integración de Uruguay con los cinco cambios anunciados. No hubo sorpresas. Lo que fue delineando en su pensamiento después de la dura caída frente a Brasil, se transformó en realidad. Estuvo muy acertado, en la víspera, cuando –sin brindar la integración del equipo- dejó entrever que estaba dispuesto a meter mano en la oncena. Recordó, incluso, como reprochando a aquellos que desde distintos rumbos del pensamiento, le reclamaban modificaciones. No fue el caso de quién esto escribe.
En un proceso de partidos eliminatorias tan largo como el de América del Sur, que se extiende durante tres años, las variantes son inevitables y muchas veces beneficiosas. El argentino Pekerman realizó siete cambios en el equipo titular que enfrentó el jueves pasado a Bolivia, con relación a los que terminaron actuando en noviembre. Fueron los casos de Cuadrado, Zapata, Arnero, Mateus, Macnelly, Bacca y Muriel que ingresar al conjunto. Los dos triunfos logrados –principalmente el de esta tarde ante Ecuador en Quito- demostraron que no estaba equivocado.
De nuestra parte, en un comentario escrito el lunes, abrimos la interrogante sobre si los elementos del plantel que serían sustituidos eran los únicos responsables de las defecciones en la retaguardia y medio campo, que Uruguay exhibió a partir del segundo tiempo en el estadio Centenario. Nunca, en nuestra extensa trayectoria en el periodismo que se inició en 1968, expresamos en lo previo a un partido de la selección o cualquier club, la procedencia de quienes deben jugar. Fulano, Mengano o Zutano. Es tarea del entrenador responsable, que conoce el plantel que tiene bajo su mando, quien debe determinarlo. Tampoco el lunes quebramos la auto norma que me he impuesto desde hace más de cuatro décadas. Quién lea atentamente el comentario confirmará lo expresado líneas arriba. Sólo planteamos nuestras dudas sobre las zonas del equipo que se busca reforzar con las variantes. El técnico Tabárez sabe muy bien lo que hace. ¡Ojalá pegue en el clavo! Lo deseamos de todo el corazón.
Ahora, que la integración ha sido confirmada, en lo previo entendemos que no se corrige con las variantes la zona de contención y defensiva de la derecha del conjunto celeste, lugar del campo donde el rendimiento de los jugadores de esa franja flaqueó de manera significativa.
Los resultados de la tarde de hoy han transformado el partido que está a punto de comenzar en un encuentro de suma importancia. Perú buscará el triunfo que lo deposite con 18 puntos en la pelea por el quinto puesto. Cómo lo señalamos en nota anterior, recurriendo a la palabra de un experto como Gustavo Roverano, el conjunto de Gareca saldrá a atacar desde el primer minuto. Y volcará el juego hacia la zona derecha de la defensa oriental, buscando repetir con la subida del lateral Miguel Trauco, la velocidad de Edison Cueva y la potencia goleadora de Guerrero, el daño enorme que Neymar causó el jueves. Claro, los peruanos son otros López. Pero…
Más allá de estas disquisiciones, confiamos plenamente en el reintegro de Luis Suárez, cumplida la sanción por acumulación de tarjetas amarillas. Su aporte, sumado al alto nivel que expone Edinson Cavani, es posible que resulten decisivos a la hora en que, de pronto, los aciertos del ataque uruguayo superen cualquier otra defección lógica en las zonas defensivas. Siempre recordamos la definición del excelente Dante Panzeri: el fútbol es el arte de lo impensado.