Consideraciones previas
Los futbolistas de la selección uruguaya.
Los futbolistas de la selección uruguaya.
Escribe: Atilio Garrido
Después de la derrota frente a Argentina, jugando con un hombre más durante todo el segundo tiempo y varios minutos finales del primero, en las consideraciones previas al enfrentamiento ante Paraguay, definí ese encuentro como un cotejo bisagra. Luego, al recibir a Venezuela en el Estadio Centenario, en lo previó llamé a esa partido el de la confirmación. El último cotejo, ante Colombia en el calor de Barranquilla, según mi óptica anterior a la competencia, era el juego de la definición. Los tres pasos se cumplieron con éxito -dos triunfos y un empate, que también pudo ser victoria de no mediar los errores de Muslera en los goles-, alentó a soltar las riendas de la euforia, dejando entrever que la clasificación a Rusia 2018 estaba, prácticamente asegurada.
La resolución adoptada por la FIFA en sus escritorios por inhabilitación de un jugador de Bolivia, favoreciendo a rivales directos de Uruguay, obliga a que recapitulemos. En consecuencia, llegado el momento de definir con un nombre a la pugna entre Uruguay y Ecuador, que comienza dentro de instantes, retornamos a la misma clasificación que la del último partido disputado ante los colombianos. El de hoy vuelve a ser el partido de la definición. ¿Por qué? Porque un triunfo frente a los ecuatorianos, dejaría a Uruguay con 23 puntos, a los que hay que sumar los tres últimos que disputará en el partido que cierra las eliminatorias ante Bolivia en casa, en Montevideo, totalizando 26 unidades. Con esa cantidad de puntos, más el saldo a favor de goles que es posible que pueda reducirse, pero que en cierto modo se va a mantener, Uruguay estaría -por lo menos- nuevamente definiendo en un repechaje el pasaje al mundial.
Ahora bien, una pregunta: ¿está habilitado Uruguay para ganar y mantener el tránsito perfecto que recorre en esta eliminatorias, de invencibilidad jugando de local? Por supuesto que sí, que está habilitado, porque -aunque la ausencia de Edinson Cavani es importante-, la presencia de Luis Suárez, el mejor atacante del mundo en estos momentos, asegura la posibilidad latente de llegar al gol.
Se suman otros elementos a esta euforia colectiva por la victoria tangible ante Ecuador, que se advierte en las tribunas que se van llenando de público. El principal, que el país que nos visita viene con un plantel muy disminuido por la ausencia de nueve jugadores, la mayoría de ellos titulares. La baja efectividad en el juego aéreo defensivo de los ecuatorianos, lo que estaría ambientando algún gol de Uruguay por la vía de la pelota quieta. El apoyo masivo popular que convoca esta magnífica selección celeste que tiene una identificación, una piel, como pocas en la historia del fútbol celeste. Y, finalmente, la estadística que es un peso enorme para Ecuador. ¡Nunca en toda la historia del fútbol, desde el primer partido en Montevideo en 1942, en ocasión del Campeonato Sudamericano de ese año, han podido ganar en Montevideo!
En consecuencia, a mi juicio, Uruguay debería encarar este compromiso con cierta cautela inicial. No salir a lo loco a buscar la diferencia rápida en el tanteador a su favor. Deben los jugadores contener la ansiedad. Pensar que sumar puntos es lo importante en estos momentos, por lo que resulta fundamental mantener el cero en el arco propio. Estas reflexiones que realizo, están basadas en la necesidad de que el equipo oriental no repita los errores cometidos en el primer tiempo frente a Venezuela. De haber sido en esa ocasión, otro el rival, la invencibilidad actual en el Estadio Centenario se hubiera quebrado. Y Ecuador, no es Venezuela. Aunque le falta su máxima estrella de ataque, Enner Valencia, tiene jugadores de capacidad y talento, fruto del gran progreso que ha exhibido el fútbol de ese país. En la historia del fútbol sudamericano hay un Ecuador antes y después del yugoeslavo Drussan Draskovic. Fue él, quién priorizó a los jugadores negros, quitó del equipo a los blancos y aseguró que iniciaba un proceso sin retorno, que culminaría con Ecuador clasificado a la Copa del Mundo. Y así fue.
Finalmente, existe un tema que a mi juicio, ojalá no afecte el ánimo de los futbolistas orientales. Me refiero a la situación que han planteado adoptando medidas de lucha gremial, que generaron un conflicto que se venía incubando desde hace meses. Con mucha caballerosidad y altura, el gran capitán de Uruguay, Diego Godín, dejó en claro en la primera conferencia de prensa que brindó al reintegrarse al plantel celeste, que se refería al tema sólo en esa ocasión y luego no hablaría más sobre el mismo, destinándose a pensar en Ecuador. Una definición clara y positiva. De todos modos, el episodio se ha convertido en tema del día a todos los niveles, inclusive en los más altos, donde no es habitual el del fútbol. Hoy, en el programa En Perspectiva de Radio Oriental, tres connotados integrantes de la grey política de análisis, como lo son los Dres. Antonio Mercader y Carlos Ramella y el periodista Esteban Valenti, destinaron media hora para referirse al tema, apoyando a los jugadores en su planteo. Esto da la pauta del nivel al que ha llegado el conflicto que, por más que la mente de los jugadores quiere dirigirse a pensar en Ecuador, es lógico que en las horas de ocio de la concentración, en esos tradicionales mano a mano entre ellos, el tema surja y se hable de él. Inclusive, estoy seguro porque conozco desde hace 48 años la vida interna de los planteles de fútbol, esta situación creada, más el apoyo total y caluroso de la gente en un todo de acuerdo con sus reclamos, puede llevarlos a multiplicar la ansiedad por no defraudar, por ganar, por golear. Y esa actitud ultra positiva, de intentar arrollar a Ecuador desde el comienzo, puede generar el efecto contraproducente de tomar goles en contra y… Ecuador, no es Venezuela.
Ojalá esta situación no se plantee. La advierto porque puede ser un elemento de peso si el rumbo del partido se complica y, cosa nada deseable, Ecuador termina escribiendo una página más de gloria en su camino ascendente. El de conseguir por primera vez en la historia un triunfo de visita ante Uruguay. Y entonces sí, perder este partido de la definición puede volver a entreverar el panorama al quedar inmerso Uruguay en un pelotón donde habrá que pelear mucho y redoblar esfuerzos para llegar a Rusia 2018. Y esto que afirmo, parte de la creencia y la seguridad de mi pensamiento, en el sentido de que Brasil y Argentina serán dos de los cuatro clasificados en forma directa a la Copa del Mundo por América del Sur.
