La conquista que hizo pensar
Se estaba a principios de la década del 1990 y un club de la B (actual Segunda División Profesional) cesaba a un entrenador antes de comenzar la temporada, que había contratado dentro de ese mes de la cesantía, por algunos resultados de partidos previos de preparación.
Fue la gota que desbordó el vaso en A.U.D.E.F.
Se seguía con la costumbre de sacar a los entrenadores, aun cuando se les debía, no se les pagaba, y se cambiaba de entrenadores permanentemente, con mucha más asiduidad que la actual.
Había entrenadores que después de quedar cesados, igual por años no cobraban sus haberes, y las cifras eran anotadas “en barras de hielo”, y con ello morían esas deudas.
No había leyes que protegieran al entrenador.
Como antes de 1948 no las había en protección a los jugadores, y eso genero un movimiento de los futbolistas que terminó en la famosa huelga de ese año.
El símbolo en el escudo de la Mutual de futbolistas profesionales, es muy grafico; una cadena rota. Se liberaron y protegieron a los futuros.
Las gremiales, los clubes, así como todo, están por encima de los nombres, y eso es lo que se debe cuidar.
A.U.D.E.F en su perseverancia silenciosa, en la década de 1990, comenzó a “moverse” por el tema de los despidos masivos de entrenadores y la suerte de los mismos de no cobrar más sus haberes trabajados. Simultáneamente a que en 1986 se había impuesto en acuerdo con A.U.F; el 1er. Estatuto del Entrenador, pero que tenía un vacio donde hacía que quedaran expuestos en cuanto al cobro los responsables técnicos y sin protección en cuanto a ser cesado, sin más ni más.
Por el año 1994 se elaboro una pretensión que plasmaba en una formula de poder proteger los despidos y el cobro de sus haberes.
Se siguió negociando hasta 1995 en que la gremial se plantó (Fernando Morena era el Presidente de la gremial).
Se endureció la pretensión y se transformo en exigencia dados los casos desmedidos de cesantías.
Luego de muchas reuniones y discusiones con A.U.F, se logra, que ante un despido de un entrenador, el club o selección pague 4 meses de indemnización. La A.U.F acepta la propuesta pero solo lo hará con los entrenadores de primera división. Se trae la aprobación de nuestra casa madre a la asamblea de entrenadores, quien no acepta dejar desprotegidos a los entrenadores de la B y de las juveniles.
Devolvemos la aceptada propuesta y resignamos un mes; pero si la A.U.F en nuestro reclamo acepta a los entrenadores que no abarcaba la protección del despido (los de la B y todos los de juveniles). Pero también le entregamos a los clubes la posibilidad de que si un entrenador se va y es para mejorar su condición profesional, debe el mismo pagar al club que “lo pierde” la misma cantidad de meses (3).
En el futuro (2001), el primer entrenador en cumplir con la norma, por irse teniendo contrato es Ariel Krasouski que de Liverpool (estaba en la B) se va a Danubio (en la A) y los negriazules en todo su derecho, hacen valer la ley de 3 meses del salario del entrenador.
La A.U.D.E.F de esa manera protege con esta fórmula a que ningún entrenador quede fuera de la ley y también hace justicia con los clubes porque también ocurría que algún entrenador se marchaba para mejorar y dejaba su contrato sin más ni más. Aunque estos casos son los menos. Justicia pura.
La asamblea de A.U.F acepta los términos de la propuesta y se transforma en ley.
En la balanza pesan y son más infinitamente los ceses; que lo mínimo de un entrenador que se va para mejorar con contrato vigente, fue un gran logro.
Es una Ley que hace pensar a los clubes, en su elección y sus despidos.
Estamos en defensa de la estabilidad del entrenador y su garantía de cobro. Lo demás esta librado a lo deportivo y los caminos que los triunfos o derrotas impongan, luego de la elección del club por su conductor técnico.
La misión de un gremio es velar por sus asociados y también por los que no lo son porque todo lo que está en el Estatuto del Entrenador es protección para el entrenador; no importando la condición social para con la gremial.
Los clubes piensan un poco más y dan “un partido más” a su entrenador; en algunos casos, últimamente.
La prensa en general muchas veces da un acontecimiento de cambio de conductor, como seguro, pero hay conversaciones que ocurren “entre bambalinas deportivas” y el resultado no es lo publicado.
No sabemos si en realidad, los clubes, es que piensan en enderezar el barco, o en las arcas propias.
Ha sido una conquista que hizo pensar.