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Otra vez la pelota en lo de doña María




Luis Suárez.


10 enero, 2016
Columnistas

Siempre fue un tema que quedaba dentro de la cancha.

No era un tema de “machismo”, probablemente pasara por un tema de “hombres” que se manejaban con un hermetismo de “código”. Hoy ya no es así, las cámaras tienen mucho que ver en el tema, y cambiaron muchas “leyes no escritas”.

Hace poco tiempo ocurrió un hecho que a los no nacidos en Uruguay, llamó la atención. Jugando Barcelona y Atlético de Madrid, entraron en fuerte discusión, por ser generoso con el termino, dos uruguayos, cada uno defendiendo sus colores; Diego Godin con “los colchoneros” y Luis Suarez con los “azulgranas”; cuando el capitán de la selección de Uruguay le reclamó al árbitro que sacara tarjeta amarilla a Suarez por una supuesta simulación de este. Con la misma pasión que defienden a la celeste se enfrascaron en una acaloradísima discusión con intervención de compañeros de ambos equipos ante la “arremetida” de uno contra otro. Su difusión mediática  hizo que el no nacido en esta tierra, no diera crédito a lo que veía.

Luis Suárez encimado por Diego Godín.

Luis Suárez encimado por Diego Godín.

Otro hecho que tiene a Suarez como protagonista es en otro Atlético-Barcelona donde ante la arremetida por detrás de José María Giménez, compañero de zaga de Godin en Atlético y en la selección uruguaya, donde también es compañero del salteño, y donde el goleador  cae; comenzando una discusión muy subida de tono donde, los “árboles  genealógicos” de ambos estuvieron siendo “regados”. Y en otra comparación de discusión no sabiendo  cual ha sido más “caliente” de las dos mencionadas, pero también es muy claro que los hechos ocurridos en el campo; “murieron” al finalizar ambos partidos.

Ahora se suspende a Luis Suarez por dos partidos por hechos ocurridos durante y post partido entre Barcelona y Español, donde todos los acontecimientos son de “charlas” y no de ”acción”.

Por muy  poco no ha sido  un “atentado terrorista”, para los medios, la acción de nuestro compatriota, tomando visos de “ciencia ficción” lo ocurrido, en el aspecto de la información, donde a esta altura parecería “orquestada” y donde si  sigue así la cosa se le colocará un “GPS” o una “tobillera” al goleador uruguayo, donde se le pueda vigilar las 24 horas del día.

El 24 de setiembre de 1983 el vasco defensor de Atlético de Bilbao Andoni Goikoetxea, fracturaba a Diego Maradona, jugador de Barcelona, en una acción desleal que solo ameritó tarjeta amarilla por parte del árbitro, pero la “presión” de la prensa hizo su efecto y se suspendió por 18 partidos al vasco que cuando volvió a las canchas luego de la suspensión fue ovacionado como si hubiera hecho un acto heroico. Pero esa suspensión comparada con los 2 años aplicados a Suarez en el mundial, es una “cosa de niños”.

Cuando Zinedine  Zidane, aplicó en pleno partido por la final de un mundial entre Francia e Italia a Marcos Materazzi, un cabezazo que dio de lleno en el esternón del italiano y a la vista de un estadio repleto, pero donde el árbitro  argentino Horacio Elizondo ni la terna apreciaron la agresión, y ante la consulta del árbitro a sus colegas ninguno denuncio nada, pero por los auriculares Elizondo escucha al cuarto árbitro, el ESPAÑOL, Luis Medina Cantalejo que le dice: “Horacio, Horacio yo lo vi. Fue un cabezazo muy violento de Zidane a Materazzi, justo en el medio del pecho” (sic); así lo relataba tiempo después Elizondo.

La acción inmediata fue la expulsión del francés. Que para “apaciguar” esa acción violenta es declarado; Zidane como el mejor futbolista del mundial 2006.

A mí no me cabe dudas que hay “cierta persecución” al salteño, por sus “acciones” dentro del campo de juego y la pasión con que vive el futbol donde  la “vara”  de medir a otros no es la misma, porque también lo que demostramos los charrúas es que para nosotros el futbol es “la vida nuestra” y para los demás;  sobre todo los europeos; que tienen una frialdad que no va con “las pulsaciones uruguayas”, ni tampoco que lo que sucede dentro del campo;  “muera ahí”.

Es otra faceta o perfil de los orientales que hacen que “los demás” no encuentren una explicación lógica a nuestro sentir, porque por ejemplo lo que soportó Luis Suarez en Inglaterra  no creo que algún europeo pudiera sortearlo con la hidalguía y efectividad, todo lo que hizo, para seguir jugando y rindiendo;  aun soportando las presiones más inverosímiles que lo hizo admirarlo  por todos los nacidos en esta pequeña tierra gloriosa.