Berman, trotamundos del fútbol…
Christian Berman, 37 años, un auténtico trotamundos del fútbol. El “Oso”, así lo llaman sus conocidos, es actualmente asistente técnico de Gustavo Munúa, entrenador tricolor. Amigos de la adolescencia, las vueltas de la vida les concedió la posibilidad de reencontrarse en su primera casa, Nacional.
-“Me fui del Uruguay en el 2000 y tras un largo peregrinaje por Centroamérica, México y Europa, hoy estoy de nuevo aquí y nada menos que cumpliendo el sueño de trabajar en mi querido Nacional y junto a un gran amigo de toda la vida, Gustavo Munúa”, comenzó diciendo a manera de presentación el popular “Oso”, sobrenombre que lo acompaña desde su infancia.
-Como todo botija de esta tierra, siendo pequeño llegó con el bolso al hombro cargado de ilusiones al Gran Parque Central… “En el año 1991 me presenté a entrenar en la Séptima división de Nacional. Fui recibido por el entrenador Carol Nitzoff que increíblemente era acompañado por el profesor Julio Moreno, hoy compañero de cuerpo técnico. En esa divisional, me colocaron de zaguero y coincidí con Gustavo (Munúa), que ya se lucía como arquero. Como todo chico fui escalando divisionales junto a otros grandes jugadores como Fabián Coelho, Marcelo “Pato” Sosa, Diego Scotti y Gustavo Varela. En el año 1998 coincidiendo con la llegada de Hugo De León fui ascendido a la Tercera división que dirigía Angel “Pocho” Brunell. Jugué dos temporadas y llegó la hora de partir”.
-Su peregrinaje futbolístico por tierras lejanas… “En 2000 me ofrecieron pasar a jugar a Fénix y cuando estaba a punto de dar el sí, el empresario Leonídas Duarte, que estaba muy vinculado al club por haber sido quien acercó al hondureño Milton “Tyson” Núñez, me ofreció emigrar a Centroamérica. Acepté el desafío y me incorporé al Marathón de Honduras. Pasé al Comunicaciones de Guatemala y terminé mi carrera en el Coatzacoalcos de México junto a Cecilio De Los Santos en 2003”.
-Su llegada a Europa y… “Colgué los botines y me fui a España en viaje de turismo junto a mi familia. Por esas casualidades de la vida, conocí a mi señora, española de pura cepa y en 2005 tomé la decisión de radicarme en Valencia. En esa etapa continuaba manteniendo contacto casi diario con Gustavo, la relación nunca se perdió. El fútbol era y es mi vida y por esa razón me anoté para cursar la carrera de entrenador. Allá se divide en tres niveles. Los niveles 1 y 2 los cumplí en Teruel y el último nivel, el 3 en Valencia, coincidiendo con Gustavo que se encontraba atajando en Levante”.
-La carrera de entrenador… “Mi primer trabajo fue en el club Teruel, hoy en Tercera división, por entonces en Segunda B de España. Dirigí a la reserva y por intermedio del profesor Carlos Martínez, un gran amigo personal, se dio la posibilidad de pasar a trabajar en Southampton de Inglaterra”.
-La experiencia inglesa… “Estuve dos años y medio en las divisionales menores del Southampton. Una experiencia enriquecedora y que me abrió las puertas a otro mundo, siempre hablando de fútbol. Comencé como entrenador de una categoría específica y al poco tiempo me incorporaron al cuerpo de trabajo del Centro de alto rendimiento, que abarca todas las divisionales hasta la Sub 21, inclusive. El complejo deportivo es algo espectacular, siete canchas de césped natural, dos de césped artificial y toda la infraestructura necesaria al alcance de la mano. El CAR lo conforman entrenadores, preparadores físicos, médicos, psicólogos, nutricionistas, todos al servicio de perfeccionar las condiciones naturales de los futbolistas. Por ejemplo, los entrenadores encargados de las distintas categorías, en reuniones semanales, elevan los nombres de los chicos que necesitan distintos tipos de perfeccionamiento tanto en el área deportiva, como en otras muy disímiles. Este equipo de trabajo los suma al plantel selectivo para ayudarlos a perfeccionar sus puntos flacos. Que pueden ser técnicos, tácticos y hasta psicológicos. Cuando se cree que están a punto y formados por completo, se los regresa a sus respectivas divisionales para que continúen con sus carreras. En el club coincidí con Gastón Ramírez, pero no lo conocí personalmente, no tuvimos la posibilidad de intercambiar palabras. Seguí de cerca los procesos de Mauricio Pochettino y el primer año del holandés Koeman”.
-La llamada de Gustavo Munúa… “La relación es de amistad, pero además en fútbol, coincidimos plenamente. Allá en España, las charlas que manteníamos sobre el tema eran interminables, tocando distintos aspectos de entrenamientos, pasando por la idea de equipo, formaciones tácticas. Apenas fue nominado entrenador de Nacional, se puso en contacto conmigo y me ofreció integrar su cuerpo técnico. Acepté encantando. Armamos las valijas con mi señora y nos vinimos. No se puede quejar la saqué a pasear por medio mundo”.
-La adaptación al fútbol uruguayo… “Estoy contento, me encontré con un grupo humano espectacular. Los jugadores captaron de inmediato nuestra metodología de trabajo. Lo que pretendemos para el equipo, lo aceptan y eso realmente hizo que la adaptación se tornara sumamente sencilla”.
-La idea futbolística del cuerpo técnico… “Estamos en Nacional y sabemos muy bien que siempre hay que asumir la iniciativa, ir para adelante en una palabra. En el fútbol de hoy se clave conseguir posesión de pelota, tratar de jugar en campo rival el mayor tiempo posible. Además presión constante y gran intensidad, tanto en los partidos como en los entrenamientos. Lo que pretendemos es que el equipo asuma la iniciativa. Llevamos adelante entrenamientos de gran intensidad y los jugadores están respondiendo y muy contentos con nuestro trabajo. Contamos con un plantel conformado por jugadores de experiencia, otros jóvenes y todos están respondiendo en forma positiva. Además los resultados están acompañando y eso es importante para profundizar la idea futbolística”.
-¿Cuerpo técnico al estilo de?… “No nos comparamos con nadie. Tenemos nuestro propio estilo. Intentamos sacar provecho de todo lo positivo que aprendimos dentro y fuera de las canchas para trasmitírselo al grupo. Cada entrenador tiene su estilo”.
-La doble competencia bajo su óptica… “Se puede sobrellevar. Si trabajamos con la intensidad que lo estamos haciendo, los jugadores están bien preparados para sortearla. Se puede con la doble competencia, además no podemos olvidarnos que Nacional es grande y siempre tiene que apostar a ganar por su riquísima historia”.
Las diferencias entre Europa y América… “Son netamente de infraestructura. Aquí llueve y es difícil encontrar una cancha en buen estado para practicar. Si bien Nacional cuenta con una muy buena infraestructura de trabajo. Allá por ejemplo, cuando llueve y es seguido, se colocan faros de iluminación manejados a control remoto a dos metros del césped, se prenden y estos ofician como secadores. La cancha al poco tiempo está impecable, como nueva”.
Christian Berman, un auténtico trotamundos del fútbol.