Aguilera: “Zalayeta y Pacheco son clase A”
“Integré el equipo de Peñarol que ganó la primera semifinal del Uruguayo y es uno de los recuerdos que más atesoro de mi carrera. Deseo que el clásico se defina en la cancha y en las tribunas reine la paz”, Carlos “Pato” Aguilera, ayer jugador de Nacional y Peñarol, con presencias inolvidables en clásicos de las décadas del ’80 y ’90, hoy con 50 años convertido en ilustrado crítico del fútbol italiano en la pantalla de GolTV.
“Respeto muchísimo a Nacional y a su gente, pero estoy identificado con Peñarol. Me siento parte de la rica historia del club y por fortuna la gente así me lo hace sentir. Soy un eterno agradecido a los hinchas de Peñarol”, Carlos “Pato” Aguilera, más de 30 años de experiencia clásica. Su primera vez fue con la casaquilla de Nacional en 1983, sus mejores recuerdos con la camiseta de Peñarol, en tiempos del segundo Quinquenio de oro aurinegro.
-Su opinión sobre la final del domingo…
-“Peñarol llega con viento en la camiseta, ganador del Clausura, por lo que considero se presenta muy fuerte anímicamente y eso le otorga un plus. Cuenta con más posibilidades de ganar, pero atención Nacional sabe que ganando se termina todo. En mi opinión tendría que salir a matar de arranque para terminar cuanto antes con las finales. Porque si gana Peñarol, cambia todo, empieza otro campeonato”.
-En sus últimas temporadas de futbolista coincidió en cancha con Antonio Pacheco y Marcelo Zalayeta, máximos referentes de este Peñarol. ¿Qué opina del presente de ambos futbolistas?
-“¡Cada día juegan más! Son clase “A”, clase “A”, no hay dudas al respecto. Ellos son los que inician todas las jugadas de ataque y con sus habilitaciones marcan la diferencia, más aún cuando logran lanzar en carrera a Jonathan Urretaviscaya. Otro clase “A”, con velocidad, potencia y definición”.
-También fue compañero del actual entrenador, Pablo Bengeochea…
-“Asumió como entrenador y salió campeón. Demostró su liderazgo desde el mismo día de su arribo, pidió a un solo jugador, Urretaviscaya y le respondió al máximo. Puso a punto a Luis Aguiar y terminó siendo desequilibrante. ¿Qué más se le puede pedir?”.
SUS RECUERDOS CLASICOS
-Su mejor recuerdo…
-“Nunca voy a olvidar, el clásico precisamente de la primera semifinal de Uruguayo, el que nos abrió las puerta de la conquista del segundo Quinquenio. Nacional con un golazo de Ruben Sosa se fue al descanso en ventaja y apenas iniciado el complemento “Cabeza” Salazar de sobrepique la colgó de un ángulo. Ellos 2:0 arriba y me dije, adiós esto se acabó. Nos costó recuperarnos, pero con el apoyo de la gente fuimos al frente, nos impulsaron desde la tribuna y comenzó la reacción, con un tiro libre que ejecuté desde el borde del área y Marcelito (por Zalayeta) la mandó a guardar. Y fue un vendaval, todo amarillo y negro en la cancha. Ellos se quedaron parados y nosotros seguimos de largo con los goles de “Lucho” Romero y Carlitos De Lima. Con el pitazo final llegó la locura nuestra en la cancha y de los hinchas en las tribunas. Inolvidable, lo recuerdo y se me eriza la piel. Es triunfo abrió la puerta al quinquenio, en dos semanas que fueron espectaculares que arrancaron con el otro clásico que dimos vuelta y la victoria sobre Cerro, los dos partidos 4:3 y con goles de De Lima, dedicados por siempre a nuestro amigo Fabián Perea”.
-Desde su experiencia, ¿todos los clásicos son diferentes?
-“Los clásicos son únicos hay que vivirlos para sentirlos. Pero en definitiva son todos iguales, hay que ganarlos y punto. Es lo que te pide la gente, “por favor gánale a Nacional”. El clásico es de la gente, es parte del folclore de nuestro pueblo, paralizan al país. Hoy los hinchas de Peñarol y Nacional, están pendientes del partido del domingo, por ahí ni recuerdan que el sábado debuta Uruguay en la Copa América. Ni les importa, están enfocados en el clásico y prontos para dejar la garganta y el corazón, el domingo en las tribunas del Estadio. Nada es comparable a Peñarol y Nacional, en nuestro país. Yo integraba el plantel de la selección uruguaya que en el partido despedida al Mundial de México ’86 y estoy hablando de un mundial, se enfrentó en amistosos a Peñarol y Nacional y aunque cueste creerlo se gritó más el gol que anotó Diego Aguirre para Peñarol, que el que convirtió Víctor Diogo para la selección. Increíble, pero pura pasión de hincha”.
-¿Cómo los vive y palpita hoy desde la tribuna?
-“Con mucha calma, en compañía de mis hijos, tratando de analizar el partido desde el punto de vista futbolístico ya que al otro día tengo que volcar mis comentarios personales en la pantalla de VTV. Por supuesto, el corazón siempre del lado de Peñarol y esperando un triunfo del equipo. Hoy mi deseo es que el clásico se defina en la cancha y en las tribuna reine la paz”.
Carlos Aguilera, ayer, hoy y siempre el inolvidable “Pato” que paseó su calidad y capacidad goleadora por todos los campos del mundo.