El cangrejo debajo de la piedra
Edgardo Arias, DT de Atenas de San Carlos.
Desde los albores del fútbol, el armado del equipo siempre fue algo que preocupó; ya que de un colectivo donde los propios jugadores, directivos y allegados influyentes “armaban” el equipo; este tenía una distribución en el campo, adecuada al consenso de turno.
Durante la primera mitad del siglo pasado se comenzó con un armado muy nítido de un 1-2-3-5 en el que variaba en ofensiva como si fuera un abanico según quien fuera el “punta del medio” ya que por ejemplo si jugaba Piendibene, lo hacía desde atrás “fabricando” el ataque con las “alas” delante del “maestro”, habiendo otros 9 que eran de área y las “alas” por así decirlo venían detrás de él.
Aparece la ley del offside en 1925, ¿y qué raro?, los uruguayos como motivo angular (como lo fue la vuelta olímpica, por ejemplo), para poder neutralizar al Uruguay de su delantero goleador (Pedro Petrone) que en 1924 había sido Oro de Fútbol en Los Juegos Olímpicos de Colombes-Francia dándole el primer título mundial a los celestes. “Perucho” utilizaba sus remates furibundos desde distancia. Entonces la ley que era con 3 jugadores por delante del delantero, ahora pasaba a ser solo de 2 como la actual. Se consideró para el cambio el “beneficio” que era jugar con “Perucho” con 2 de campo por delante de él, así que con 1 “caería” en infracción.
Se pasó posteriormente a la famosa WM, que formaba un “cuadrado mágico” en el medio campo, y fue creada por Herbert Chapman, que era entrenador del Arsenal de Inglaterra a raíz de la modificación de la ley del offside.
De esta manera se jugó hasta finales de la década de 1940 (exactamente en 1947) donde el gran entrenador-maestro uruguayo Ondino Viera en un Botafogo RJ (donde dirigía) jugando su partido contra
Ondino Viera.
Fluminense RJ (su ex equipo donde había sido tricampeón) por el campeonato Carioca, hizo su jugada que quedaría para SIEMPRE como el cambio táctico más importante para el mundo del fútbol. Con el fin de neutralizar a Ademir Marquez de Meneses (Ademir), un ex futbolista de Ondino en Vasco da Gama RJ (1945) y que jugaba para el Flu en ese momento, bajó del famoso cuadrado mágico a Nilton para su misión y lo ubicó en la zona defensiva creando también la línea de 4 y ese movimiento pasó a ser denominado por el que ocupaba ese lugar como “el cuarto zaguero”. Denominación esta que muchas veces se repite sin saber de su creador y porque fue su creación.
Ondino con este movimiento; además del “cuarto zaguero”, cambió al mundo del futbol creando el 1-4-4-2, donde años después los brasileños lo adaptan a su estilo y pasan al 1-4-3-3.
Ya promediando de la década de 1930 (1932-35) el austríaco Karl Rappan, para hacer más fuerte la defensa de su equipo (el Servette de Suiza) puso delante de los 3 del fondo a un marcador. Y en principios de los 60 el italiano Nereo Roco con el Milán y el argentino Helenio Herrera con el Inter lo perfeccionaron y crearon el famoso “Catenaccio” (cerrojo en italiano) y que a pesar de sus títulos fue criticado por su “falta de futbol”.
Profesor José Ricardo De León.
En los 70 el “fútbol total” con Marinus Jacobus “Rinus” Michels en la Holanda del 74 revolucionó; aunque todavía se discute (y fue el propio Juan Alberto Schiaffino quien lo explicó en su momento) si había sido Mitchell o nuestro gran Maestro Prof. José Ricardo de León el que lo implantó. Imponiendo un movimiento generalizado de todo el equipo, agresividad y gran precisión.
Comenzado los 80 irrumpe el Nacional de Juan Martin Mugica con los Stopper y el libero, más la marca combinada llegando a lo más alto del futbol mundial.
Aparece como “novedad” en 1986 el argentino Bilardo y sus 3 zagueros con la Argentina campeona del mundo, aunque yo soy testigo directo, ya que en 1982 (4 años antes) en el Miramar-Misiones que jugó contra Huracán Buceo en el Parque Saroldi por el campeonato uruguayo de ese año, integré junto con Héctor “Conejo” Cedres y Juan Auntchain , los 3 zagueros que José “Pepe” Etchegoyen puso en cancha a “los monitos” con sus carrileros por derecha e izquierda ( Gustavo Ancheta y Vicente “Pato” Martorano) y que se ganó 1-0 con gol del recordado Sapuca.
A todo esto anterior se le fue agregando dinámica y menos espacios.
Edgardo Arias, DT de Atenas de San Carlos.
Sin el ánimo de comparar pero si para valorar un movimiento realizado el domingo de mañana en el Parque Viera, donde jugaron Wanderers y Atenas de San Carlos, venciendo los del interior, el entrenador de los carolinos hizo un movimiento táctico importante y no común. En mi pequeño pasaje en 2013 por Boston River había llevado al equipo a Carlos Keosseian (luego no solucionaría su contrato con el club; hijo del ex compañero de la I.A.S.A en principios de los 70 y actual entrenador Manuel Keosseian en Rentistas). Carlos es un jugador de mucho sacrificio, gran dinámica y recuperación; aportando la intención de pelota bien jugada, pero desde la contención.
Carlos Keosseian.
Edgardo Arias, entrenador de Atenas, lo ubica en una posición que lo hace rendir mucho y por consecuencia al equipo de una manera extraordinaria, como si fuera un enlace donde aparece por diferentes lados del campo y es el principal “líder” cuando comienza la presión, que es uno de sus “fuertes”; de su equipo hacia el rival. No siendo costumbre que un contención juegue en posiciones “reservadas” a armadores. Si al revés y para que sea algo ilustrativo para todos; Lodeiro por ejemplo que es enlace ha jugado desde la contención, en la propia selección, “armando” como lo hizo el Rampla Juniors de Luis López con Omar Pérez que en vez de jugar de enlace lo hacía “construyendo” desde atrás.
Pero esto es lo contrario y novedoso, ¿quien diga que se pueda “imponer” este nuevo movimiento en el tablero de la táctica de un equipo? A Atenas le ha dado protagonismo en el torneo, y es un merito de su entrenador, que el jugador con esas características “arranque” desde ½ cancha. Ya lo había visto contra Racing en el Parque Roberto y ahora lo confirmo este domingo.
No estoy comparando, ni cerca, con lo detallado más arriba, pero me pareció algo muy estratégico, efectivo y para seguir de cerca.
