¿Lo tenes al lado y no lo ves?
Juan Martin Mugica y Roberto Fleitas ambos SON campeones de América y del mundo. Juan con la particularidad que es record mundial ya que ha sido campeón como jugador (1971) y campeón como entrenador (1980). Incluso la CONMEBOL lo ha homenajeado como gloria del continente, es decir que SALTEÓ a Uruguay porque nuestro país parece ignorar lo que conquistó el sanducero. Roberto como campeón de América y el mundo también con Nacional (1988), más una medalla “escondida” como campeón de América con la selección mayor de Uruguay (1987).
Tienen otra particularidad ambos transitan las calles de Montevideo; y no diría en el mayor anonimato pero si en el anonimato del publico actual y el que tendría que mostrarse orgullosos de tener campeones del mundo y de América entre nosotros, como lo hacen en otros países hermanos y que quieren e impulsan a sus glorias.
Otra coincidencia es que ambos a nivel de clubes fueron campeones con Nacional y han sido ignorados por dichas conquistas porque no es lo mismo homenajear la “Gesta” que homenajear a los conductores exclusivamente.
Para seguir sumando coincidencias, jamás nadie, ha escrito alguna biografía de ellos campeones de todo. Ellos mismos por supuesto no lo van a hacer porque son incapaces de decir: “yo soy campeón de América y del mundo”. No soy periodista, aunque escribí 3 libros impulsado por reivindicar a los entrenadores uruguayos, es decir una especie como lo dije en otras columnas; “de aplaudirnos entre nosotros mismos”. Pero periodistas han escrito libros sobre equipos, selecciones, dirigentes, empresarios, periodistas, personajes del futbol, futbolistas, historia del futbol uruguayo, estadísticas, construcción del estadio, gestas magnificas de nuestro futbol, y creo sin temor a equivocarme que no debe haber tema alrededor del balompié que no haya sido llevado a los libros, salvo de los que estoy escribiendo.
¿Será porque somos todos “colegas”? Ya que somos 3 millones de entrenadores.
Dejamos ir a Roberto Scarone campeón de América (1960 y 61) y del mundo con Peñarol (1961) a Roque Maspoli de América y del mundo con Peñarol (1966) y a Don Hugo Bagnulo con la misma conquista que Don Roberto y Roque pero en 1982 y también con los aurinegros, sin reconocérselo en vida y aun después de su partida seguimos esperando.
Son todas coincidencias de NO RECONOCIMIENTO.
Si lo hay, en el “lenguaje popular” entre gente de futbol y aun en algún comentario radial, televisivo o escrito; siempre están presentes, pero de la manera que perpetúa, NO.
Desde nuestro nacimiento, hemos tenido esa característica; porque si empezamos con el padre de la patria, José Gervasio Artigas que dio la vida por nosotros, tuvo que abandonar nuestro país en el famoso “Éxodo del pueblo oriental”, para ir a morir en el Paraguay cuando correspondía que sus tiempos finales los pasara en la tierra por la que luchó. Es decir que le dimos la espalda al Prócer.
Estaría bueno que generaciones nuevas de futbol y de la vida común sepa quiénes fueron nuestros conductores arriba mencionados, que están entre nosotros, como vivieron, antes y después de las conquistas, que hacen, que sienten, que esperaban, el momento de la conquista o conquistas (porque observen que tengo que escribir conquistas, ya que son más de una) y todo lo que se relaciona con una gloria.
Me pueden decir que lo actual es lo que vende, pero la realidad es que lo pasado ganó y ganó mucho, y siempre “nos llenamos la boca” hablando de las conquistas pero de los protagonistas entrenadores, “ni minga”.
Otros son los protagonistas actuales del futbol diferentes a los verdaderos.
Las familias de los protagonistas ya sea los que se fueron y los que están saben perfectamente lo que escribo y siento lo que sienten. Saben que lindo es saber que….. “¡el abuelo es el del libro!” o que….. “¡escribieron una biografía de mi padre!”, son momentos inolvidables por quienes han estado “al pie del cañón” con los protagonistas.
Estamos como quien mira la emblemática película de todos los tiempos “Lo que el viento se llevó” y en la escena memorable de la escalera, por la actuación de ambos (Clark Gable y Vivien Leigh) comentemos: “¡¡ pahh; Que cortinas espectaculares hay detrás de los actores!!” en vez de quedar en la retina y en la memoria la actuación de los actores.
Saquen del “anonimato” en los jóvenes a héroes. Escriban sobre ellos. Hagan una pausa en quienes también merecen libros, pero agreguen los que tocaron la cima y llevaron el nombre de sus clubes Peñarol- Nacional; Nacional-Peñarol o a la selección uruguaya a los podios más altos; porque más arriba del mundo no se puede ganar hoy (ya con los avances actuales no sabemos si en el futuro aterrizamos y llevamos el futbol a otro mundo) y es muy digno reconocer a esas glorias, una está en Belvedere y la otra en el Cerro, no están en otro planeta.
¿Será que como no son mediáticos y no están expuestos todos los días hay temor de no vender libros?
Si los periodistas estadounidenses Carl Bernstein y Bob Woodward lograron derribar nada más ni nada menos que al Presidente de E.E.U.U, Richard Nixon por haber indagado; sin medir consecuencias; en el famoso caso del Watergate, y llevaron adelante uno de los cometidos de lo que entendemos por hacer justicia.
Los periodistas deportivos Atilio Garrido y Joselo Olascoaga perpetuaron al gran maestro José Ricardo de León comenzando el camino; ahora José Luis Baumgartner, escritor y periodista, se animó en su libro sobre un campeón uruguayo de América y el mundo con Nacional (1971), el recordado entrenador uruguayo Washington “Pulpa” Etchamendi. Haciendo la salvedad que sus antecedentes no lo marcaban como periodista deportivo, muchos jóvenes conocerán sus historias, nuevas, para ellos y se hará justicia en la perpetuidad. Pero se ha comenzado y el pueblo futbolero seguirá esperando ilustrarse de quienes comandaron otras glorias.
Que no se diga con el paso de los años: “¿Lo “tuviste” al lado y no lo viste?”
Ahora se nos fue Walter “Cata” Roque y como homenaje a él solo cuento una anécdota, porque después de la maravillosa nota de Atilio Garrido sobre él, no puedo agregar prácticamente nada. Averiguando yo para llevar un jugador a mi equipo Real España de Honduras en el 2000; le pregunto a “Cata”; porque él lo había dirigido en Venezuela: ““Cata”; fulano de tal, ¿lo puedo llevar a Honduras? ¿Caminará allá?” Y me responde con esa gran sabiduría de los grandes: “Salpica pero no moja, Longuito”, sintetizando que aparentaba más de lo que era. Otro que se fue sin una biografía a pesar del record en la Copa Libertadores; de ser el entrenador que dirigió más equipos en América del sur en dicho evento.
Genial el “Cata”; siempre te recordaremos.