“Dale con fe que toca Troilo”
En 1971 llegó una delegación de la U.R.S.S (Unión de las Repúblicas Socialistas Soviéticas; que algunos historiadores catalogan como la continuación del antiguo Imperio Ruso), país este que estaba compuesto por 15 Repúblicas Soviéticas y que después tuviera una división (1991) como nación que conmovió al mundo y tuvo como aparición a varios países en el mapa mundial. Esta delegación era deportiva y se presentó en la Asociación de Entrenadores de Uruguay.
Ese gigante de la época contaba con una inmensidad territorial y en población, que lo hacia uno de los de vanguardia mundial en ese rubro y uno de los actores principales por la “tonta razón” de dominar el mundo en cuanto a potencia principal haciendo su carrera contra el otro gigante mundial como E.E.U.U.
En el mundial de 1970 Uruguay juega un épico partido con la U.R.S.S y gana 1 a 0 logrando “meterse” entre los 4 mejores del mundo (mérito que no fue valorado para nada como ha sido este 4° lugar del 2010), con gol de cabeza de Víctor Esparrago luego de la famosa jugada del gran Luis Cubilla, quitándole de entre las piernas del marcador soviético la pelota donde siempre se ha discutido si la misma traspasó la línea final o no, para enviar el centro que magníficamente Víctor envió a la red dándonos la clasificación.
Este hecho causó estupor en la U.R.S.S; ya que un “Gigante” del mundo quedaba eliminado por un muy pequeño país que contaba con una historia rica y frondosa del futbol mundial.
Era incomprensible para ellos que un país que territorialmente era de 22 402 200 km² y 293.047.571, perdiera con alguien que tenia 176.215 km² y 3 millones de habitantes; siendo que prácticamente podría ser Uruguay una ciudad de ellos.
Por eso en 1971 llegó una delegación que estudiaría el fútbol en Uruguay. Pidieron permiso a los Entrenadores porque estaban enterados que a nosotros los DT uruguayos no nos gustaba ver gente extraña en los entrenamientos, cosa que ellos harían, tanto en Montevideo como en sus giras al interior ya que querían estudiar todo el aspecto futbolístico. Lograron el beneplácito de los Entrenadores y el “permiso” y estos comunicarían que no era para perturbar sino para estudiar nuestro deporte a nuestros colegas de la época.
Estuvieron casi 2 años, recorriendo entrenamientos, partidos amistosos, partidos oficiales , practicas, funcionamiento Asociacionista, estructuras de gobierno del futbol, y absolutamente todo lo que rodea al principal deporte.
Al despedirse luego de sus estudios “in situ” fueron a agradecerles a la A.U.D.E.F por la hospitalidad recibida, pero antes de marcharse la gremial les pide que sería muy importante para los entrenadores uruguayos saber a qué conclusiones y diagnostico habían llegado porque era una óptica de “afuera” de nuestro país con respecto a cómo nos veían del extranjero.
La conclusión y visión de ellos hacia nosotros fue concluyente: “EL URUGUAY NO TIENE UNA RAZON LOGICA NI CIENTIFICA”; y pasaron a argumentar; las canchas tienen muy poco público, se juega o compite poco tiempo, las recaudaciones son malas, los pisos de las canchas no están acordes al profesionalismo, la infraestructura de los clubes tienen carencias, el jugador viaja en ómnibus o se viajan 4 o 5 en el auto del que tiene el vehículo, las divisiones formativas entrenan sin condiciones, etc.; agregando que el país es una cantera inagotable de futbolistas.
Cuando yo jugaba llegué a hacerlo en algunas etapas durante 6 meses de competencia oficial en la extinta Divisional B y en la A se sufría también con periodos largos de inactividad.
Hay un famoso dicho entre los tangueros cuando se quiere que siga todo igual: “Dale con fe que toca Troilo”.
Hoy a 43 años de la visita de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas por aquel acontecimiento anecdótico relatado más arriba, estamos sin Gobierno oficial de fútbol, las deudas cada vez mayores, la infraestructura en cuanto a canchas es cuestionada, sin entrenador de la selección mayor, con pedidos de postergación de campeonato, no solo las deudas a futbolistas sino que también deudas con entrenadores, una inactividad prolongada, y algunas cosas más que dificultan el andar del actual campeón de América, y nada menos que el de mayores logros continentales, uno de los exportadores mayores de futbolistas en el mundo y el país donde nació el precio récord del fútbol actual como Luis Suárez.
Falta que “Pichuco” (apodo de Aníbal Troilo) haga sonar su maravilloso Bandoneón.