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2DO. TIEMPO: LOCURA FINAL POR MERECIDA VICTORIA




Diego Godín sube hasta el cielo. Le gana a todos. A Thiago Motta y Leonardo Bonucci incluídos, mandando la pelota a la red. La secuencia marca en cuatro tiempos el gol inolvidable.


24 junio, 2014
Selección

Diego Godín sube hasta el cielo. Le gana a todos. A Thiago Motta y Leonardo Bonucci incluídos, mandando la pelota a la red. La secuencia marca en cuatro tiempos el gol inolvidable.

Diego Godín sube hasta el cielo. Le gana a todos. A Thiago Motta y Leonardo Bonucci incluídos, mandando la pelota a la red. La secuencia marca en cuatro tiempos el gol inolvidable.

Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales)

Sin Nicolás Lodeiro, de muy buena demostración en el primer tiempo, suplantado por Maximiliano Pereira, salió Uruguay para el segundo tiempo. Pasó “Tata” González a la zona de volantes, manteniéndose el 5-3-2. En Italia se quedó Ballotelli en el vestuario, ingresando un volante Marco Parolo (No. 18). Inmediatamente se observó que el italiano actuaba en línea de volantes pasando a un sistema 3-6-1, reforzándose de para la búsqueda del empate.

En una de las primeras jugadas del complemento, en una incidencia fuerte, el juez mexicano sacó tarjeta amarilla para Arévalo Ríos, ante la rechifla de los italianos.

EN LA REPETICIÓN TELEVISIVA SE ADVIERTE PENAL A CAVANI

En la primera acción ofensiva de Uruguay se generó la polémica jugada donde Edinson Cavani fue amarrado por Bonucci dentro del área. Esta vez no dispusimos de pupitre de prensa, por lo que observamos el partido sin la posibilidad de la televisión a nuestro lado como refuerzo para la repetición de las jugadas. Luego de terminado el encuentro, ya en la Sala de Prensa, comprobamos que el italiano agarró a Cavani, desde atrás, inmovilizándolo. Fue penal.

Italia mantuvo el criterio de golpear, en acciones reiterada como en la etapa inicial. Otra infracción a Cristian Rodríguez por la izquierda, ejecutada por Suárez, no generó consecuencias al rematar Luisito directo al arco de Buffón.

Una Italia amarreta en sus intentos ofensivos, reiterando acciones para “hacer tiempo”, generó sendas intervenciones acertadas del botija Gimenez cortando ataques de los “azurri” en excelentes mano a mano. El ritmo de juego disminuyó debido al calor, retrasándose los italianos en su última sin zona, rechazando los ataques “blancos” sin ningún miramiento en estilo. Aunque fuera tirando la pelota afuera, lo más lejos posible, a la tribuna, para ganar tiempo y mantener el empate. Italia apostaba definitivamente a la igualdad poniéndole cubos de hielo al partido. Uruguay buscaba atinadamente sin “regalarse”, sin desesperarse y sin tirar centro “a la olla”, que llegara la oportunidad, bien trabajada La gran oportunidad…

CRISTIAN RODRÍGUEZ SE PIERDE EL GOL E ITALIA QUEDA CON 10

¡Y llegó en el minuto doce! Cristian Rodríguez, cuyo trabajo rayaba a gran altura, peleó una pelota por la izquierda. Le ganó en la carrera a un oponente. La controló. La puso contra el piso y encaró corriendo a dos italianos casi contra la raya, que le cerraron el paso. Tocó en cortó para Suárez quién notablemente, como si fuera un exquisito, le devolvió la pared dejando al “Cebolla” sólo, de “macho” frente a Buffón, en forma oblicua. Rodríguez dominó la pelota y remató como venía, cruzado, con la pierna izquierda. El pique previo de la pelota ambientaba el remate de derecha para reventar a Buffón… ¡Afuera! Lamentablemente, situaciones como estas son las que no se pueden errar…

En la jugada siguiente, una vez que Italia repuso la pelota, en media cancha la lucharon Arévalo Ríos y Marchisio (No. 8). El “Cacha” ganó la posición, tomó contacto con la pelota, en tanto el italiano lo empujó y le bajó la “plancha” que impactó en la mitad de la canilla del oriental. El juez mexicano sacó inmediatamente la tarjeta roja. Transcurría el minutos 59’, es decir, los 14 minutos de la etapa complementaria.

CAMBIO EL PARTIDO: URUGUAY DOMINA EL JUEGO Y DEJA LA “LINEA DE 5”   

A partir de ese momento el partido cambió sustancialmente. Italia se recostó en su última zona, recuperó las instrucciones del viejo “catenaccio” impuesto por Helenio Herrera, procurando de cualquier manera cerrar a cal y canto el área de Buffón. Uruguay inició un lento proceso, muy seguro, de no enloquecerse. Se colocó en neto dominador del juego, el campo y la pelota. Disponía de todo para ganar…

Cuatro minutos después de quedar en ventaja numérica, Tabárez mando al campo a Christian Stuani en lugar de Álvaro Pereira. Rompió la “línea de 5” y puso toda la carne en el asador. El buen juego de los “blancos” generó una nueva oportunidad clarísima. No tan pulcra y perfecta como la anterior. Pero oportunidad al fin. Una pelota traída desde la izquierda al centro del área italiana, remate de Cavani trabado por los zagueros y la pelota que le queda… ¡ahí! “Boyando” para Luisito Suárez que ganó en el pique y llegó a tomar contacto con el esférico. Lo semipunteó, pegándole en parte con la cara externa del botín derecho –como en el fútbol de salón-, camino al palo opuesto. Desde la derecha a la izquierda, remate rastrero. Era gol. Se estiró Buffón cuán largo es y con la punta de los dedos la sacó al córner. ¡Increíble!

EXCELENTE EL BOTIJA GIMÉNEZ Y EL CAPITÁN GODÍN

El técnico Prandelli mandó a la cancha al veterano Antonio Cassano retirando al atacante Inmóbile, a los 71 minutos. Italia se quedaba sin atacantes. Todos atrás, buscando algún contragolpe rápido para intentar lo imposible: anotar un gol. Rompió el asedio con un ataque rápido a contra pie, de Pirlo, que remató desde lejos afuera. Luego, una inmediata incidencia donde el ingresado Cassano corrió una pelota dentro del área grande de Uruguay, la cortó el botija Giménez. Sobre la zona derecha, cuando fue a rematar el back oriental lo trancó a lo crack. Una tercera incidencia, donde el Parolo quedó sólo por la izquierda con la pelota dominada, fue sancionada acertadamente con posición adelantada, por más que en la definición equivocada del atacante italiano, mandó la pelota afuera.

Los italianos ganaron más tiempo al legar al llegar el minuto 77’ (32’ del segundo tiempo) cuando se lesionó Marco Verratti (No. 23) ingresando en su lugar Thiago Motta.

El tiempo pasado mientras se realizaba el cambio, con toda lentitud de los camilleros, permitió que los uruguayos también respiraran. En el reinició, un centro de “Tata” González al corazón del área, lo sacó Chiellini cuando Cavani llegaba solo por detrás. Uruguay era dueño de todo. Otro centro de Maxi Pereira, inmediato, volvió a ser rechazado. Un remate de Suárez fue trabado por los zagueros. Otro intento de centro de Maxi Pereira desde la derecha fue cortado con la mano por De Sciglio (No. 2) a quien el juez mostró la tarjeta amarilla. Transcurrían 77 minutos.

SUÁREZ FUE SOBRE CHIELLINI Y LLEGA EL GOL DE GODÍN

El tiempo comenzaba a pasar rápidamente. Italia se defendía y Uruguay atacaba. Faltaba el último puntillazo. Pero no llegaba… Fue entonces que Tabárez apostó en el último cambio. Gastón Ramírez entró por Cristian Rodríguez, quien salió agotado después de jugar un partido enorme. En ese momento Pirlo rompió el asedio saliendo en una corrida por la derecha, que culminó en centro largo y alto hacia la izquierda. La perfecta salida de Muslera conjuró el peligro.

En la recarga, una pelota puesta al área de Italia, en centro, generó otro amontonamiento de hombres. La fue a buscar en el cielo Suárez, chocando con Chellini (No,. 3) quién se hizo “el muerto” al intentar controlar una arremetida del Bombardero, cuando la pelota derivaba para Cavani, en la izquierda, recibiendo sólo, el juez mexicano sancionó la infracción de Suárez. En la repetición televisiva, una vez instalado en la Sala de Prensa, se advierte que Luisito mete su cara en el hombro de Chellini,  sin que surja claramente la impresión de que lo muerde, como han afirmado aquellos -especialmente los ingleses-, tan ávidos de minimizar la victoria de Uruguay.

Uruguay iba permanentemente a la ofensiva. Con serenidad. Buscando la apertura de una jugada clara. Pero no llegaba. A veces buscaba sorprender con la fórmula del centro. Italia sólo se defendía. Así llegó al área otra pelota corta, sobre la derecha del ataque uruguayo. La fue a buscar Gastón Ramírez que la pelea con un zaguero italiano que la tiró al córner. Hubo reclamo de penal por mano de Barzagli. Por primera vez cambió el ejecutando de los tiros libres en ataque. El propio Ramírez recogió la pelota y sacó un centro perfecto. Al corazón del área. Allí se elevaron en forma conjunta tres “blancos”. Diego Godín, Christian Stuani y Arévalo Ríos. El Capitán de la Villa del Cerro, subió más alto que todos. Buscó el cielo y sacó el cabezazo de la muerte. No llegó Buffón en su estirada. La tribuna dominada por los uruguayos pareció explotar. El reloj marcaba el minuto 81.

EL FINAL APOTEÓTICO CON ITALIA BUSCANDO EL EMPATE

Jugados al empate, con un hombre menos, los italianos abandonaron definitivamente el “catenaccio” y salieron con todo al ataque con la vieja consigna uruguaya de “carabina en la espalda y sable en mano”. Eran conscientes que al lanzarse desenfrenadamente al ataque, se regalaban en el fondo exponiéndose a la posibilidad de que Uruguay liquidara el partido.

Pirlo fue el abanderado de la reacción. En una incidencia sobre la izquierda, donde el juez sancionó falta a favor de Italia, el remate de Pirlo lo desvió Muslera al córner en gran estirada. En esos minutos finales –los 9 que quedaban de tiempo reglamentario más los 5 de agregados que otorgó el juez-, los “azurri” apelaron a todo tipo de acciones lograr el empate. Mediante centros, surgiendo Muslera en varias ocasiones cortando con atinadas salidas del arco. A través del mejor “tuya y mía” jugando la pelota cortita, en la boca del área de Uruguay, el mejor que hicieron en todo el partido, desperdiciado en el último pase hacia la derecha, dentro del área.

Como era lógico, también Uruguay tuvo la gran chance de liquidar la contienda. La más clara llegó en un avance que acaudilló Suárez a punta de corazón. Agotado, desperdició el último pase cuando Cavani la pedía solo, a los gritos, entrando por la izquierda a toda velocidad. También pudo llegar el segundo gol por obra de otra gran salida de Cavani, quién habilitó a Gastón Ramírez ingresando con pique fantástico por la izquierda. El corte de Chellini, lanzándose a los pies fue notable, mientras Suárez la pedía solo ingresando por el centro.

En esos minutos finales crecieron atrás a niveles inconmensurables, el Capitán Diego Godín y el botija José María Giménez, con rechazos de cabeza ante la presión de los italianos. Cuando el juez Marco Rodríguez pitó el final, estalló la multitud en la Estadio das Dunas, junto al festejo enloquecido de los jugadores y técnicos.

 

El festejo final tiene a Diego Godín como el gran destinatario de los afectos. En jornada para el mejor recuerdo, el Capitán fue la mejor figura de la cancha y el autor del gol que entrará en la historia.

El festejo final tiene a Diego Godín como el gran destinatario de los afectos. En jornada para el mejor recuerdo, el Capitán fue la mejor figura de la cancha y el autor del gol que entrará en la historia.


Etiquetas: Selección uruguaya