Jugó el pirulero
Nicolás Lodeiro.
En la nota anterior (“El Anton pirulero jugaba de enganche”); reclamábamos lo que es algo como “marca en el orillo” de las selecciones de Uruguay y de los equipos orientales; un organizador desde el medio. Nicolás Lodeiro contempló esa falta que hubo en el partido con Costa Rica.
Nicolás Lodeiro.
Apareció otra vez la “presión” y la acción inmediata de equipo, ya que con “los Ticos”, no solo esperamos sino que le agregamos que demoramos en el cambio de ritmo. La gente y gran parte del periodismo reclama “tener la pelota”; y este mundial ha dado por tierra con ese “casette”. Luego de la goleada estrepitosa e histórica recibida por España de 1-5 contra Holanda, el “mito falso” de que tener la pelota asegura no solo el jugar bien sino que da carta blanca al triunfo se derrumbó en ese primer partido ya que esa tenencia perteneció nítidamente a España. Luego otros partidos de este mundial han dado “por tierra” a los que tienen la pelota en cuanto a resultado. Claro que tenerla es bueno pero hay que “adornar” ese “ítem” con cambios de ritmo y también con ser vertical y no tanto de “América a Olímpica” (ser lateral).
Alejandro De Los Santos, único jugador de raza negra que vistió la albiceleste
Volviendo al reclamo “del Anton pirulero” siempre en nuestra historia “desde el medio” han funcionado los que organizan y Lodeiro lo hizo agregándole el “condimento” que implantó “el León de Maracaná” Matías Gonzales en 1950 como lo fue el “trancar con la cabeza” en situaciones límites.
Nosotros somos totalmente diferente a los argentinos; absolutamente; nuestro juego, nuestra características, que se remontan a los inicios del futbol cuando aparecieron los ingleses y los escoceses; unos con “el pase largo” y los otros con el “pase corto” (motivo de otra nota futura). Tanto somos diferentes que nosotros tenemos en toda nuestra historia siempre jugadores de raza negra en equipos y selecciones; mientras que los argentinos en TODA su historia solo un jugador de raza negra vistió la casaquilla argentina (dato este muy pero muy poco conocido), y fue en el sudamericano de 1925 en Buenos Aires, donde ese único ejemplo que también nos diferencia de los argentinos fue el delantero Alejandro de los Santos.
Selección argentina de 1925 con Alejandro de los Santos
Cuando en los 90 y principios del 2000 quisimos imitar así nos fue. Este grupo ha tenido la virtud de “rescatar” la historia y características “charrúas”, así que no perdamos lo que ha sido “marca registrada” celeste. Somos diferentes a todos y orgullosos (al menos yo me siento así) de nuestras características de futbol. No nos comparemos con nadie, no imitemos a nadie, “aferrémonos” al peso de la historia, que fue conquistada con uno “en el medio que armaba”.
En los dos goles a los ingleses se dio una situación para “sacarle” una foto y que quedará para la historia de cómo somos. Dada la tecnología actual y donde una de las cámaras que filma, la ubican “desde el cielo hacia el campo de juego”, queda como diciendo…… “así somos”. Tanto en el primero de los goles como en el segundo, tienen la particularidad de los uruguayos. En uno el contragolpe y el otro “el pase largo”. Y hay otra situación que no ha sido nombrada; como es que en los dos goles hay la misma cantidad de protagonistas dentro del área, ya que son definidas con 2 jugadores celestes dentro de la misma contra 6 jugadores de campo ingleses, más el golero (7),tanto en el primero como en el segundo. En las cámaras “desde el cielo” queda para la perpetuidad de que así somos.
Por ahí sentí también que dejemos de decir que somos un milagro, porque no lo somos. Yo digo que somos un milagro. Porque eso primero, de que no somos; se puede decir si se mira solo la selección. Si se mira el futbol local, no debería haber otra sentencia de que somos milagrosos porque desde nuestro futbol salen luego a la selección que es “otro planeta” bastante alejado.
“Acá en lo local con muy poca grasa hacemos notables tortas fritas”
