Conclusiones: lo mejor de Uruguay en las eliminatorias ratificando que con “menos se puede ser más”
Christian Stuani se llena la boca de gol en el festejo del segundo tanto uruguayo.
Un perfecto planteo táctico de Uruguay, pergeñado por Oscar Tabárez y su cumplimiento a rajatabla por los jugadores, permitió que los celestes, una vez más, hicieran realidad la sentencia que el Prof. José Ricardo de León utilizaba para definir la forma de actuar del fútbol uruguayo: “Con menos ser más”. Nuevamente Uruguay tuvo menos la pelota en su poder. Pero al capturarla la utilizó mucho mejor que los rivales. Fue punzante, penetrante y se enfiló siempre directamente hacia el área colombiana, sin esterilizarse en pases laterales inútiles. ¡Paren por favor con esas estadísticas del mundo tecnológico de hoy! ¡No jodan más con esos recuadritos que aparecen en la pantalla de la tele: posesión de pelota, Colombia 69% Uruguay 31%! O si quieran, sigan con esas bobadas que el fútbol, por suerte, todavía es “el arte del imprevisto”, como sentenció aquel pope argentino del periodismo del Río de la Plata, que fue Dante Panzeri. A continuación las conclusión que a mi juicio arrojó el partido:
Christian Stuani se llena la boca de gol en el festejo del segundo tanto uruguayo.
1. El equipo de Uruguay realizó uno de los mejores trabajos de todas las eliminatorias. Una estrategia perfecta desplegada de principio a fin, buscando el objetivo que tan certeramente definió el Prof. José Ricardo de León sobre nuestro fútbol y su historia: “con menos, ser más”. Era obvio –y así lo señalé en el comentario previo-, que si Uruguay salía a atacar desordenadamente a Colombia, le podían “pintar la cara”. Señalé en lo previo que la consigna era buscar mantener el cero en el arco propio. Con uñas y dientes. Y luego, al lograr la pelota, buscar el gol de contragolpe por la vía rápida. Con ese objetivo y a mi juicio es un gran mérito que tuvo el entrenador, armó Tabárez en el primer tiempo un plan tendiente a cerrar todos los caminos al arco de Muslera. Y lo logró. La segunda parte del libreto perfecto era jugar a ras del piso la pelota; protegerla cuando la conseguían los atacantes, y tratar de llegar al gol mediante combinaciones certeras y no pelotazos. Lo logró en parte en el primer tiempo, pero en cuentagotas, por la falta de desdoblamiento de Álvaro González y de Nicolás Lodeiro. De todos modos, cuidando la pelota y atacante por abajo, Uruguay vía Suárez, tuvo más posibilidades de gol que Colombia en ese primer tiempo. Los muchachos de Pekerman nunca llegaron a inquietar a Muslera con jugadas dentro del área. Lo hicieron a través de remates desde lejos. De este modo, el primer tiempo terminó con un empate sin goles que mereció ser quebrado a favor de Uruguay. Pero, como lo expresé en el comentario de esa etapa, los celestes transitaban el buen camino…
2. Señalé que no compartía los cambios introducidos por Tabárez en lo que refería a la exclusión de jugadores que estaban habilitados para jugar (Stuani y Gargano). Aunque sin fracasar y cumpliendo su objetivo, Alvaro González y Lodeiro estuvieron lejos de los rendimiento de los dos primeros ante Perú. Tabárez atinadamente cambió en la segunda etapa. A partir de esa variante, la labor de Uruguay continuó siendo perfecta en defensa -con algún problemita por el sector izquierdo- y en ataque se potenció totalmente. Fue demoledora. Muy parecida y con puntos de contacto a la de Sudáfrica 2010. Acierto de Tabárez en rectificar su decisión del primer tiempo y volver a la fórmula que tanto éxito le dio frente a Perú. Aunque también hay que tener en cuenta que el entrenador previó que el primer tiempo fuera del modo que lo planteó -cuidando el cero en el arco propio para que Colombia se desgastara-, buscando en la etapa complementaria desequilibrar como lo hizo aprovechando el cansancio de los rivales. De todos modos, vale nuevamente el acierto del técnico en las variantes introducidas. Con un agregado. La inclusión de Stuani es mérito total y absoluto de Tabárez.
3. Nuevamente quedó demostrado el valor que tiene contar en el equipo con dos jugadores como Suárez y Cavani. Futbolistas que están en la más alta elite mundial, comparables con los que se quiera. Con Messi incluido. Ambos son clase A. Totales. Son sensacionales. Ante Perú fue Suárez quién descolló. Ante Colombia apareció Cavani sensacional. Un remate en el horizontal y un golazo notable.
4. La presencia de José María Giménez y su labor, resultó otra de las conclusiones valiosas y positivas que arroja el partido, no solamente por su rendimiento sino por lo que significa para el futuro, en una posición donde los años que se acumulan en Lugano y la lesión que experimentó Coates, abrían una interrogante grande sobre la necesidad de un sustituto acorde a las circunstancias. Uruguay ganó con Giménez un back de novela. Su labor fue perfecta tras superar los nervios iniciales con una infracción. La única que cometió. Tiene velocidad, marca muy bien con criterio y sin “ir a los bifes”, de alto rinde un gran forma y posee la visión para cubrir las espaldas de los demás hombres de la defensa. Además, algo muy importante: el público lo quiere. Así lo expresó con ovaciones en cada acción positiva del gurí.
5. Finalmente, la conclusión más positiva surge de los tres puntos vitales obtenidos, que permiten a Uruguay continuar peleando por la clasificación directa para Brasil 2014, la cual hoy ya no es una quimera, sino una gran posibilidad. Los celestes ganaron tres partidos seguidos, performance que desde 1993 por las eliminatorias no se conseguía. En aquella etapa, tras la cesantía de Luis Cubilla dispuesta por el Presidente de la AUF, Dr. Hugo Batalla, la conducción de Ildo Maneiro permitió una ilusión con esa mini-racha de triunfos, cortada por Brasil en Maracaná en el último partido, quedando fuera de la Copa del Mundo de 1994. En esta ocasión parece que las tres conquistas al hilo abren una posibilidad cierta de lograr la clasificación directa. Para que eso sea posible es imprescindible ganarle a Ecuador en Quito.
