3 millones con Juan Tejera: “Sin tiempo ni proyecto no hay frutos”
Juan Tejera, DT de Fénix, terminó su contrato y debe renovar.
“Empezamos a trabajar hace nueve días en Fénix. Estamos muy conformes, pero todo rendimiento, todo trabajo, para que dé su fruto tiene que tener su tiempo, su proyecto a cumplir. Sin duda que nos va a costar un poco más de lo que nos ha costado lograr objetivos en otros equipos, pero estamos con la seguridad de que vamos a andar bien y estamos tranquilos. Sabemos que va a ser difícil, pero quedan muchos partidos para disputar y lo vamos a tomar con mucha tranquilidad”, sostiene el nuevo entrenador de Fénix, Juan Tejera, un entrenador que, generalmente, se ha caracterizado por lograr más con menos.
Juan Tejera, DT de Fénix.
¿Cuándo y por qué decidiste ser entrenador?
Antes de terminar de jugar empecé a hacer el curso, en febrero del 90, a instancias de un profesor y amigo que me había entrenado, que me vio condiciones y me empujó a hacer el curso de entrenador.
¿Qué entrenadores influyeron más en tu formación?
Tuve muchos técnicos a lo largo de mi carrera de futbolista: el Chino Salvá, Raúl Bentancur, Roberto Scarone, Luis Cubilla, Roberto Fleitas… de todos sacamos algo, más allá de que el fútbol de hoy tiene un montón de variantes con respecto a cuando jugábamos, pero Raúl Bentacur en Danubio, en aquella etapa en que se encontró con Gesto y empezaron con aquel hermoso proyecto de juveniles del 78-79, influyó mucho por el juego que a él le gustaba aplicar, que era el básico de un equipo como Danubio, prolijo, ordenado, con buen manejo de pelota, siendo práctico. De Fleitas me marcó el orden táctico, la insistencia en trabajar en la cancha, en la repetición de las situaciones de juego para automatizarlas y después llevarlas a la práctica en los partidos. De el Chino Salvá en juveniles, la manera de manejar el grupo: un tipo que formó muchos jugadores en Danubio, con su alegría, con sus chistes pero también con seriedad en el trabajo.
¿Existe una escuela de fútbol uruguayo? ¿Varias?
No. No tenemos un padrón de juego establecido. Hay equipos que juegan con línea de tres, otros de cuatro, otros de cinco (que no es lo mismo que de tres). No tenemos un padrón de juego establecido porque cada técnico se tiene que adaptar, más allá de lo que esté convencido, a la calidad del plantel que tenga, se tiene que adecuar al material de que dispone.
¿Qué importancia le das a la parte teórica de tu trabajo?
La teoría es un gran porcentaje del todo. Transmitir, hablar, planificar en un pizarrón, aclarar las ideas, corregir los errores, es muy importante y va de la mano con el trabajo de la práctica. No pueden estar separadas nunca.
¿Cuáles son los aspectos más importantes de la práctica?
Analizar a un rival, por ejemplo, teóricamente, y basado en la teoría explicar con claridad para que el jugador entienda.
El “sistema” o la “figura” táctica, ¿qué importancia tienen en el conjunto del entrenamiento?
El sistema es el funcionamiento que uno tiene que trabajar en la semana para tratar de marcar la diferencia con el rival. La figura es variable. El sistema no, pero la figura la podés modificarla de acuerdo a cómo es el partido, a cómo se para el rival. Los dos son muy importantes, pero distintos.
¿Trabajás con videos?
No. Veo a los rivales, los analizo, grabo los partidos, pero no lo hago con el grupo, porque es importante que los jugadores, por su propia preocupación, por su dedicación y como profesionales que son, tienen que estar al tanto de cómo juega el rival. Así que lo hablamos en conjunto, sobre lo que vieron de los otros equipos, pero mi video lo miro, lo analizo, busco la forma de contrarrestar al rival y después se lo transmitimos a los jugadores.
¿Acostumbrás leer sobre fútbol?
Me informo de todos los equipos, de acá y del exterior, pero no soy de leer libros porque no me llama la atención.
¿Qué modelos o espejos, de equipos y de entrenadores encontraste y encontrás en el ámbito mundial?
El Barcelona es un modelo a seguir permanentemente. El Bayern es su opuesto, pero también es un modelo para ver lo que aplica en la cancha, pero nos cuesta mucho, estamos muy lejos de enterarnos de cómo trabajan; habría que ir y estar un mes, un mes y medio durante el acondicionamiento de pretemporada para ver cómo logran ese funcionamiento. Eso sería muy bueno. De todos modos es muy importante mirarlos y buscar la manera de que pueda funcionar eso en los equipos nuestros.
¿Qué momentos propios como entrenador te quedaron más grabados?
Sin duda que un minuto del 2005, cuando faltaban segundos para que Defensor saliera Campeón Uruguayo y nosotros estábamos en el campo del Estadio, esperando a que terminara el partido de Nacional y Rocha en el Parque Central y cuando en la hora cobran ese penal, ese minuto me marcó, sentí una gran frustración, indignación, porque se dio esa jugada. Aceptamos todo lo que vino después, el no presentarse a la final y todas esas cosas, pero ese minuto del fútbol me marcó.
