Lugano reclama que Uruguay no otorgue ninguna ventaja ni dentro ni fuera de la cancha
El Capitán de Uruguay fue el primero en llegar al Hotel Renaissance Polat de Estambul ubicado frente al mar con una vista espectacular del puerto de la ciudad. En diálogo franco y abierto encaró el recuerdo de los repechajes pasados y los partidos ante Jordania. Tampoco eludió su actual momento en el West Bronwich catalogando este mes que pasó como “malo” porque no ha podido jugar. El técnico le dijo que en los últimos tres meses, uno y medio lo pasó con la celeste, por lo que no le puede dar minutos en el club. Alertó sobre la necesidad de que “no se puede dar ninguna ventaja ante Jordania, ni afuera, ni adentro de la cancha”.
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales a Jordania)
En Uruguay transcurre el mediodía sabatino. Aquí en Estambul un sol enorme va camino al poniendo aquí, frente al bar del Hotel donde compartimos un té con Diego Lugano. Una charla franca, mano a mano, con varios temas sobre la mesa y un arranque sorpresivo de ping.pong de las preguntas y respuestas.
-Desde el debut con la celeste aquella noche en que el técnico Jorge Fossati confió en Vd. ¿en cuántas instancias de vida o muerte como esta que comienza el miércoles?
-“La respuesta sería preguntar en cuántas no he estado…”
-Muy buena interpretación…
-“La verdad es que debo tener algo así como 40 partidos disputados por las eliminatorias y nunca me ha tocado ninguno que no sea decisivo o que no nos tenga con el corazón en la boca y apretado en cuanto al resultado a conseguir. Si bien uno tiene una experiencia muy grande en ese aspecto, cada partido que viene parece que fuera el último o el primero. Eso genera la expectativa y ese nerviosismo que te deja con todas las antenas y todos los sentidos preparados. Creo que corresponde y está bueno, para estar muy alerta porque en definitiva se siente para encarar una final como Jordania”.
-Comenzando por la primera que disputó cuando recién comenzaba, que fue con caída ante Australia; la segunda con éxito ante Costa Rica y ahora la tercer ante Jordania, ¿cuál es el análisis de cada una de ellas desde la óptica que otorga el paso de los años para juzgar hechos pasados y opinar sobre esta próxima?
-“Tienen muchos puntos de comparación porque a las tres llegamos a esta instancia después de mucho sufrimiento, de idas y vueltas debido a que nunca conseguimos ser regulares en las eliminatorias para lograr clasificar directamente sin necesidad del repechaje. Siempre tuvimos una reacción típicamente uruguaya, justamente para poder tener el premio o la oportunidad de llegar al repechaje. Porque tanto en el 2005, en el 2009 y ahora, Uruguay tuvo una reacción muy fuerte, que pocas selecciones puede lograr. Así llegamos al repechaje como un premio. Luego, en la primera que yo disputé ante Australia –no quisiera volver atrás- pero todos sabemos que fueron partidos especiales por todas las dificultades que hubo en lo previo. Las dificultades enormes por las distancias con apenas cuatro días entre un encuentro y otro, frente a una selección poderosa como era la de Australia en aquel momento, con varios jugadores actuando en al Premier Ligue de Inglaterra. Luego, dentro de la cancha, Uruguay fue superior en los dos partidos, pero principalmente en Sidney no fuimos contundentes y tuvimos mala suerte con las lesiones. Después llegamos a los penales y sin duda, para mí, el momento más triste de mi trayectoria en la selección”.
-¿El arbitraje no influyó?
-“Bueno, aquel codazo a los cinco minutos al ‘Chino’ Recoba, era para expulsión. Fue tan así que el técnico de Australia, Hiddinick, sacó del equipo al zaguero italiano, aquel grandote que medía dos metros, que era más alto que el ‘Chengue’ y que le pegó un codazo sin pelota en la mitad de la cancha. Sacó al zaguero, pone a Harry Kiwell que es el que después nos hace la jugada del gol. Increíble. Así son las cosas cuando no están para uno. Hubo detalles que hasta hoy uno recuerda. Inclusive, voy a contar una anécdota. El cuarto árbitro era español. Me lo encontré en Málaga y me vino a saludar. Yo le veía cara conocida pero no lo recordaba. Cuando me dijo que había estado en aquel partido. ¡Mamita! Lo putié tanto. Le recriminé esta jugada, y otra y otra, que después no vino más a saludarme. Inclusive ese juez hoy es el consultor del Málaga, realizando un trabajo con los jugadores para que revean su actitud en su relación con los árbitros dentro de la cancha”.
-¿Y los penales o el penal que no cobraron en Montevideo?
-“Sí, también, también… Lo que ocurre que lo de Australia me quedó más gravado porque fue definitivo y porque resultó más escandaloso. En definitiva, uno adentro de la cancha no pudo ser contundente, ni plasmar su superioridad”.
-¿Costa Rica?
-“Es una historia más reciente. Fue un equipo que nos sorprendió porque tenía un nivel superior al que muchos pensábamos. En Montevideo nos hizo un partido difícil. Aquel día en el Estadio Centenario cometimos un error gravísimo, que siempre lo comentamos con los muchachos después de ese partido. Después que hizo el gol el ‘Loco’ hubo una descarga de emoción, de adrenalina de los jugadores y también de la gente. Como que ya estaba. Que después de tres o de ocho años volvíamos al mundial…”
-Como que se “desenchufaron”…
-“Y no estábamos en el mundial. Hubo un rebote, una jugada, un gol y nos empataron. No estábamos preparados para recibir ese gol por la descarga emocional que habíamos tenido anteriormente. De ahí en más, hasta el final, el partido fue una tortura. Una tortura para los jugadores y para la gente. Creo que ese día aprendimos una lección. Fueron los 15 minutos más dramáticos que jugué en la Selección. En el Estadio había un silencio que te perforaba el oído y el corazón. Lo jugadores no tuvimos una reacción acorde y pasamos momentos dramáticos originados por esa descarga que siguió después de nuestro gol. Nos olvidamos que se gana el partido cuando termina. Ese gol creo que no lo volvimos a cometer, porque hablamos mucho con los compañeros para que eso no sucediera porque puede costar carísimo”.
-Y ahora Jordania…
-“Esta historia está por verse. Pase lo que pase en la cancha Uruguay tiene que estar en la Copa del Mundo”.
-¿Piensa como la gran mayoría de los uruguayos y de la prensa –entre quienes no me cuento- de que estos partidos ante Jordania son facilísimos o simple cuestión de trámite? Prácticamente piensan que son 3 a 0 el miércoles y después a ganar más cómodo en Montevideo…
-“Para decirte la verdad, me importa un carajo o no lo que puedan decir porque en este momento Jordania es el obstáculo, es el enemigo, es el último escalón para llegar al mundial al que tanto soñamos y en el que Uruguay tiene que estar. Entonces, qué importa sin nos dan como favoritos, que vamos a lograr tal o cual margen de goles, si la única verdad es que hay que jugar, pasar este obstáculo y jugar el mundial. Para lo único que influye lo que tu decís, es para el comentario posterior al partido si no se gana con claridad. En ese caso el estado de ánimo de la gente va a cambiar justamente porque no esperan un rival duro o difícil. Pero adentro de la cancha para los jugadores es exactamente lo mismo. ¿Qué me importa que me den como favorito? Yo tengo que ir al mundial sea pasando por Jordania, Alemania o España. Tengo que ganarle. Y para ganar hoy un partido no puedo dar ninguna ventaja. ¡Ninguna! Hoy con el tema de Luis y Edy estamos dando ventajas. Con la llegada más tarde y que jueguen hoy en sus equipos. Los dos jugadores más importantes que tiene Uruguay no pueden jugar hoy. Ta… Los equipos europeos tienen fuerza, tienen influencia en FIFA…”
-Hay que agregar la lesión de Muslera…
-“Ahí lo que ocurrió es una cosa atribuible al azar. Pero lo más importante para nosotros es no dar ningún tipo de ventaja. Nosotros no hemos escuchado ni nos importa mucho lo que se comente. Es normal que por la historia Uruguay tiene que ser favorito. Nosotros dentro de la cancha vamos a intentar plasmar esa superioridad histórica, pero en definitiva son 180 minutos que hay que recorrer para llegar al mundial. Es éxito o fracaso”.
-Pienso y lo escribí en el sitio en la jornada de hoy, que el partido va a ser muy difícil, que Jordania está ante una circunstancia histórica y que realizará un planteo defensivo para intentar que Uruguay se vaya hacia arriba para que ellos sorprendan de contragolpe. Pero, además, la historia del fútbol uruguayo de los últimos 50 años dice que cuando Uruguay va “de banca” termina “de punto” y cuando es al revés sucede lo contrario. Tengo la impresión que los jugadores uruguayos, aunque mentalmente no lo quieran, cuando van como favoritos se aflojan naturalmente, no se concentran, ofreciendo falencias que son utilizadas por el rival más débil…
-“Estoy de acuerdo. Es increíble pero es parte de esta historia. Contra Venezuela y Perú jugamos al límite y conseguimos el objetivo. Después vino Ecuador, ya teníamos un margen y no fuimos lo mismo. Lo hablamos entre todos los muchachos, lo sabemos, pero es increíble que luego ocurra. Lo conversamos, lo entrenamos, pero es parte de nosotros. Justamente, por eso y por otras cosas para este partido ante Jordania no se puede dar ningún tipo de ventajas, nada, nada, en ningún aspecto ni dentro ni fuera de la cancha, sabiendo que es un partido de fútbol, que el rival te va a atacar, va a subir por las puntas, tirará algún centro y pateará al arco. Pero eso es normal. Ahí está el hecho de respetar al rival. Porque si uno espera a un adversario que no va a atacar, que no va a llegar al área, al primer drible que te comés, al primer centro, a la primera atajada del golero, no estás preparado para eso. Tenemos que estar preparados para todo, hacer lo que tenemos que hacer y pienso que más allá de todo Uruguay tiene que ir al mundial por la historia, por la gente y eso lo vamos defender dentro de la cancha”.
-¿Cómo llega en lo personal y en la relación con el equipo inglés en este mes que transcurrió luego del partido ante Argentina?
-“En el último mes, mal, porque desde que llegué después del encuentro ante Argentina, no jugué los tres partidos que se desarrollaron por el torneo. Estuve de suplente. Esta semana, justamente hoy un zaguero estaba lesionado y el técnico quería que me quedara para jugar ante el Chelsea hoy de noche, sábado, en Londres. Obviamente que yo no quería quedarme. Llegué al club y tuvimos una charla. Él me dijo que iba a alternar con los zagueros que tenía del año pasado. Eso no se dio. Me manifestó que el hecho de que en estos tres meses últimos haya estado un mes y medio con la selección, evidentemente, le da un poco la razón a él para no tenerme en cuenta en el equipo. Me prometió que en cierta manera, cuando todo se regularice y empiece a entrenar con el equipo se dará lo que él me prometió cuando llegué al club. No digo ser titular porque nadie es titular indiscutido, pero si alternar. Hay dos zagueros que vienen jugando desde hace años, con experiencia, que andan bien, que convirtieron goles, pero comenzar a alternar para disfrutar –a esta altura de mi vida donde ya uno está más cerca de retirarse- de la Liga inglesa que es espectacular en todos los aspectos. Creo que a esta altura de mi carrero eso será un premio para mi”.