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100 años de Colombes (7)

La visita del Nottingham Forest y la tragedia de Los Céspedes. SÉPTIMA NOTA




Martes 10 de junio de 1924. Portada del diario El Día. La publicación de José Batlle y Ordóñez, fue el único periódico que cubrió el campeonato mundial de fútbol, en la VIII Olimpiada, con un enviado especial. Lorenzo Batlle Berres, sobrino de Don Pepe, viajó como un integrante más de la delegación. Así comenzó la cobertura después de la sensacional victoria.


21 julio, 2024
Columnistas Habla la historia

Escribe: Atilio Garrido

 

En el primer año del segundo lustro del siglo XX, el fútbol rioplatense exhibía un desarrollo muy superior al quietismo que experimentaba el de Europa. Los fuertes dirigentes ingleses de la Football Association (FA), el presidente Arthur Kinnair y el poderoso secretario Frederick Wall, se opusieron en 1904 a la fundación de FIFA impulsada por el francés Robert Guerin y el holandés Karl Hirschman. El organismo asumía en sus estatutos la organización de la “competencia internacional” en Europa. La oposición de los británicos a ese alumbramiento, en los hechos se basaba porque la FA asumió la conducción del fútbol mundial, al aprobar la iniciación del contacto futbolístico del Reino Unido, con el Río de la Plata a través del envío de clubes ingleses. Y ese dominio se materializó en 1906 cuando la FA también pasó a incluir bajo su tutela a la FIFA, después de las gestiones que llevó a cabo ante los ingleses el barón Edouard de Laveleye, dirigente del fútbol de Bélgica.

 

Designaron presidente de FIFA al funcionario de la Football Association, Daniel Burley Woolfal. Llevaron la sede a Londres y adoptaron la decisión de mantener al organismo en estado de lactancia, sin actividad. A partir de ese momento la FIFA se limitó a realizar un congreso anual donde los temas considerados eran menores. No se habló más de organizar la “competencia internacional” en Europa.

 

Paralelamente y afirmando su poder, con autorización de la Football Association, llegó al Río de la Plata el equipo británico Nottingham Forest.

 

Durante la estancia del Southampton F.C., en conversaciones realizadas, el dirigente que vino con el club, Mr. Arnfield, sugirió que el Nottingham Forest podría estar dispuesto a venir al Río de la Plata. Entregaron la dirección de télex para comunicarse, anunciando que, al retornar a Londres, infor­marían al club de la posibilidad de realizar el viaje interoceánico. El presidente de la organización del fútbol, Francis Chevallier Boutell, recuperó terreno al conectarse, gra­cias a las gestiones de Mr. Arnfield del Southampton, directamente con el Nottingham Forest, proponiéndole realizar similar viaje. Respondiendo positivamente, se cerró el acuerdo. El club inglés, al igual que el Southampton, recibiría 200 libras esterlinas además de los pasajes. Recordando su vinculación con Uruguay, entró en contacto con Félix Ortiz de Taranco, presidente de la Liga Uruguaya de Football, nuevo nombre adoptado en ese año 1905. Aceptada la propuesta de compartir a prorrata los gastos de la organización del emprendimiento, se inició el contacto vía telegráfica.

 

Los ingleses frente al CURCC y Nacional

 

Acordados los montos a pagar por cada asociación, el negociado acuerdo tripar­tito fue puesto en conocimiento de los aficionados a través de la prensa, incluyendo abundante información relacionada con la trayectoria del importe club británico que llegaría al Río de la Plata. Por su parte, Félix Ortiz de Taranco en acuerdo con Chevallier Boutell, en conversaciones con el CURCC y el Club Nacional de Football, incluyó a ambas instituciones como rivales del Nottingham Forest. Los británicos no enfrentarían a una selección de jugadores uruguayos. Al arribar a Montevideo el domingo 11 de junio de 1905, los visitantes ingleses tendrían como rivales al CURCC. Al día siguiente se trasladarían a Buenos Aires. El viernes 16 enfrentarían a Rosario Central en la ciudad de Rosario. Retornarían a la capital argentina actuando el domingo 18 ante Belgrano; el jueves 22 el rival sería un combinado de británicos; el sábado 24 enfrentaría en Buenos Aires nuevamente a Rosario Central; el domingo 25 el adversario sería Alumni y el jueves 29 los británicos cerrarían las presentaciones contra un cuadro de jugadores argentinos. El Nottingham retornaría a Montevideo para enfrentar al Club Nacional de Football el domingo 2 de julio. Los ingleses quedarían en Montevideo aguardando el día 9 que embarcarían en el Danube, retornando a Londres. Es intere­sante destacar que, en esta ocasión, además del secretario honorario del Nottingham, señor D. H. Hallan, acompañó a la delegación el señor Radford, perteneciente a la Football Association de Inglaterra.

 

Transcurría en Montevideo un inverno frío y lluvioso. En la mañana del viernes 9 de junio, recuerdan las crónicas que el vapor Danube arribó al puerto de Montevideo envuelto en una niebla de tal magnitud que la nave no se divisaba de lejos. Una co­misión compuesta por los miembros de la Liga Uruguaya, Sres. Ortiz de Taranco, Towers, Prat, Lichtenberger, Sardesson, Trapani, Ballesteros, Strauch, Scarnichis, Soiza y Lamottre, representantes de la prensa y varios aficionados, subieron al barco tri­butando la bienvenida a los ingleses. Fueron alojados en el lujoso Grand Hotel. Los agasajos se iniciaron esa noche en el teatro Politeama, donde Frank Brown ofreció una espléndida fiesta en honor a los visitantes.

 

“A no dudarlo que asumirá las proporciones de un acontecimiento social, pues se congregarán en el vasto teatro nuestras más distinguidas familias y los numerosos aficio­nados del viril juego. Los palcos y galerías estarán adornados con profusión de banderas. Creemos que el Casino Oriental organiza otra fiesta análoga a la del Politeama”.[1]

 

Integración del equipo de Nottingham Foresta, posando el 11 de junio de 1905 delante de la casilla de madera que componía el vestuario del Parque Central. Lució su habitual camiseta roja, pantalón blanco y medias negras. Pasarán muchas décadas, hasta llegar al 11 de febrero de 1981, en Tokio, donde Nacional vencerá 1:0 al Nottingham en Japón, consagrándose campeón del mundo.

 

Nottigham Forest venció 6:1 al CURCC

 

El domingo 11 de junio de 1905 en el Parque Central, con el tiempo lluvioso que continuaba sobre Montevideo, se disputó el primer partido del Nottingham Forest en el Río de la Plata. Enfrentó al CURCC de la Villa Peñarol. Con arbitraje de Mr. F. Jones, inglés radicado en Uruguay, el equipo del ferrocarril con sus colores anaranjados y negros se integró con Francisco Carbone; Ángel Irrisari y William Davies; Ceferino Camacho, Lorenzo Mazzucco y Luis Carbone; Juan Pena, Edmundo Acevedo, Aniceto Camacho, Edmundo Mañana y Pedro Carbone. Ganaron los visitantes con claridad 6:1, desplegando un juego totalmente superior al del rival, que logró un solo tanto marcado por Juan Pena, el mismo que también convirtió frente a Southampton.

 

Viajaron desde Buenos Aires como espectadores Francis H. Chevallier Boutell junto a Ángel Bohigas y J. E. Fitz Simon, corresponsales de los diarios La Nación y La Prensa. De acuerdo a lo previsto, después de vencer al CURCC la delegación de los ingleses se trasladó a la capital bonaerense para cumplir los seis compromisos pactados que debían disputarse entre el 16 y el 29 de junio. En consonancia con lo acordado en el contrato, los británicos retornarían el 1.º de julio a Montevideo para enfrentar al día siguiente al Club Nacional de Football, permaneciendo en la capital de Uruguay sin actividad hasta el domingo 9 de julio, fecha en que el vapor Danube retornaba desde Buenos Aires, recogía a la delegación y partía con destino a Londres.

 

“El tiempo no favoreció por cierto el gran acontecimiento sportivo anunciado para el día de ayer. El match internacional de football entre el team del Club del Peñarol y The Reds se disputó bajo llovizna permanente, pese a lo cual 5.000 personas rodearon el campo del club Nacional en el Parque Central”.[2]

 

“Durante el transcurso del match ambos equipos recibieron expresiones de estímulo, particularmente cuando Peñarol evitaba un gol en el momento en el que la caída de su valla parecía inminente. Como era de esperarse, el frenesí de los espectadores locales alcanzó su máximo expresión, cuando los orientales marcaron un gol. La prensa remarcó que el team inglés jugó de ma­nera admirable, con un estilo muy diferente al del Southampton pero igualmente exitoso. Finalizado el match, un cronista argentino entrevistó a varios jugadores del Nottingham para conocer el valor deportivo de sus primeros rivales. Los ingleses expresaron que la actuación de Peñarol podía ser clasificada de lucidísima, teniendo en cuenta que se tra­taba de un equipo de aficionados. Destacaron el juego de William Davies y Juan Pena”.[3]

 

Nacional y la epidemia de viruela en Montevideo

 

Mientras Nottingham Forest cumplía sus compromisos en Buenos Aires, se co­noció otra noticia vinculada con la epidemia de viruela, que nuevamente golpeaba al Club Nacional de Football. Trascendió que Carlos Céspedes, el mejor jugador de los tres hermanos, también padecía de viruela por lo que el desenlace fatal era inminente. Teniendo en cuenta la situación por la que atravesaba el Club Nacional de Football, en la reunión de la Liga Uruguaya de Fútbol se planteó el tema vinculado con el partido pactado para el 2 de julio. Los dirigentes de Nacional manifestaron que resultaba imposible cumplir ese compromiso. Intercambiando ideas, se resolvió informar a la Asociación Argentina que “un team de orientales combinados” de la Liga Uruguaya enfrentaría a los ingleses en el último partido, comunicándose la decisión.

 

“Contra el destino, nadie la talla”, sentencia con vigencia eterna la frase tanguera que cantó Gardel. En la tarde de ese viernes 9 de junio de 1905, trascendió la noticia de la muerte de Bolívar Céspedes, uno de los tres hermanos caracterizados no solo por su adhesión al Club Nacional de Football sino también por la gran calidad que exhibían en la cancha defendiendo los colores del club. Una peste de viruela que cir­culaba en Montevideo causaba el fallecimiento de aquellos que no se vacunaban. Un gran sentimiento de consternación se apoderó de todos quienes estaban vinculados al fútbol. Obviamente que los ingleses se enteraron de la situación, preocupándose en grado sumo…

 

Nottingham Forest en Buenos Aires sumó seis victorias consecutivas, sin recibir ningún gol en contra, convirtiendo cuarenta y dos tantos a favor. Cinco partidos se disputaron en el campo de juego de la Sociedad Sportiva Argentina y el restante en la ciudad de Rosario, a donde se trasladaron en ferrocarril. De acuerdo a lo progra­mado, el 29 de junio al finalizar la actuación de The Reds en Argentina emprenderían el retorno a Londres, presentándose en Montevideo a cumplir el compromiso del 2 de julio. Pero… en aquel tiempo se editaba en Buenos Aires el diario The Standart en idioma inglés. Por otra parte, en los círculos futbolísticos el agravamiento del estado de Carlos Céspedes, estrella fulgurante de aquel tiempo, trascendía en los diarios de circulación nacional. Falleció el domingo 30. Con anterioridad al nuevo desenlace fatal, alarmados por lo que podía ocurrir si volvían a Montevideo, D. H. Hallan, dirigente a cargo de la delegación del Nottingham Forest, comunicó a Chevallier Boutell que los jugadores no se presentarían el 2 de julio en la capital de Uruguay y que habían cambiado los pasajes de su retorno a Londres. Abordarían en el puerto de Buenos Aires el vapor Clyde Royal Mail Steam Packet, partiendo el 6 de julio. El domingo 2, cumpliendo el contrato, The Reds enfrentó a un combinado de la Liga Argentina poniendo punto final a sus presentaciones. Con la finalidad de no perder entrenamiento, el 5 de julio, día antes de la partida en el campo de juego de la Sociedad Sportiva, realizaron una curiosa práctica de ochenta minutos. Un equipo integrado con la defensa del Nottingham y cinco atacantes de Alumni y Quilmes, perdió 2:1 contra el rival formado por el golero y cinco defensores de Alumni, Belgrano y Barracas y cinco ingleses de los Reds en el ataque.

 

De acuerdo a lo progra­mado, el 29 de junio al finalizar la actuación de The Reds en Argentina emprenderían el retorno a Londres, presentándose en Montevideo a cumplir el compromiso del 2 de julio. Pero… en aquel tiempo se editaba en Buenos Aires el diario The Standart en idioma inglés. Por otra parte, en los círculos futbolísticos el agravamiento del estado de Carlos Céspedes, estrella fulgurante de aquel tiempo, trascendía en los diarios de circulación nacional. Falleció el domingo 30. Con anterioridad al nuevo desenlace fatal, alarmados por lo que podía ocurrir si volvían a Montevideo, D. H. Hallan, dirigente a cargo de la delegación del Nottingham Forest, comunicó a Chevallier Boutell que los jugadores no se presentarían el 2 de julio en la capital de Uruguay y que habían cambiado los pasajes de su retorno a Londres. Abordarían en el puerto de Buenos Aires el vapor Clyde Royal Mail Steam Packet, partiendo el 6 de julio. El domingo 2, cumpliendo el contrato, The Reds enfrentó a un combinado de la Liga Argentina poniendo punto final a sus presentaciones. Con la finalidad de no perder entrenamiento, el 5 de julio, día antes de la partida en el campo de juego de la Sociedad Sportiva, realizaron una curiosa práctica de ochenta minutos. Un equipo integrado con la defensa del Nottingham y cinco atacantes de Alumni y Quilmes, perdió 2:1 contra el rival formado por el golero y cinco defensores de Alumni, Belgrano y Barracas y cinco ingleses de los Reds en el ataque.

 

La primera ruptura de relaciones entre Uruguay y Argentina

 

“Se ha confirmado la noticia que el team del Nottinghan Forest, basado en no sa­bemos que argumentos de la Liga Argentina no vendrá como era su compromiso a jugar el próximo domingo con un team de orientales combinados. La Uruguay Association Football League se reunió anoche adoptando varias resoluciones tendentes a aclarar la situación en sus relaciones con su informal colega de allende el Plata. Esas resoluciones tienen importancia por cuanto modifican radicalmente los campeonatos a jugarse con los team de Buenos Aires en cuanto se refiere a los partidos oficiales.

 

En efecto, la Comisión Directiva de la Liga Uruguaya ha resuelto no jugar ninguno de los partidos acordados con la Liga Argentina de Football. Las copas de Competencia y de Caridad quedan, pues, anuladas”.

 

La primera ruptura de relaciones entre ambas asociaciones –habría varias en el futuro– afectaba la Copa Competencia, cuya disputa de esa temporada comenzaba el 13 de agosto, la Copa Cusenier, que se había iniciado el 23 de julio encontrándose en marcha, y el único partido por la Copa de Caridad Lipton, nombre oficial del trofeo, con la fecha del 15 de agosto establecida, feriado en aquel tiempo en los países platenses por ser el día de la Asunción de la Virgen María.

 

Calmadas un poco las aguas y después que la delegación del Nottingham Forest pasó en el vapor que hizo escala en Montevideo, sin bajar a tierra, en la primera se­mana de agosto Francis Chevallier Boutell y el secretario de la Liga Argentina, Mr. William, viajaron a Montevideo reuniéndose con el presidente Félix Ortiz de Taranco y los integrantes de la asamblea de clubes. En un extenso encuentro, explicaron la situación creada, llegando a un acuerdo económico a favor de los uruguayos que en su momento pagaron la parte correspondiente por las dos presencias de los ingleses en Montevideo. La primera ruptura de relaciones futbolísticas entre uruguayos y ar­gentinos, había quedado solucionada.

 

Argentinos y uruguayos empataron sin goles por la Copa Lipton en la cancha de la Sociedad Sportiva Argentina el 15 de agosto. Se disputó un alargue de quince minutos manteniéndose la igualdad. Se inició otra prórroga de un cuarto de hora, culminan­do el partido a los seis minutos porque el árbitro no lograba distinguir la pelota. La noche iba cayendo… En muestra de amistad luego de la ruptura de relaciones, pese a que el reglamento determinaba que el trofeo lo conservaría Argentina hasta el año siguiente, la Copa Lipton fue entregada a los uruguayos. Debutó defendiendo el arco oriental Cayetano Saporiti, golero de Montevideo Wanderers, quien realizará una extensa trayectoria plagada de conquistas con el combinado.

 

 Nacional conquista el primer título internacional de Uruguay

 

En el mismo escenario de la Sociedad Sportiva Argentina, el 3 de setiembre se disputó la final de la Copa Competencia de 1905, a la que por primera vez llegó un club uruguayo. El CURCC de la Villa Peñarol perdió 4:3 ante Rosario Athletic. El 10 de setiembre, el Club Nacional de Football, superando la ausencia de los hermanos Céspedes, se consagró campeón de la Copa de Honor Cusenier, venciendo 3:2 en la cancha de Albion al poderoso Alumni de Argentina, conquistando el primer título internacional de la historia del fútbol uruguayo. Defendieron la camisa alba del cam­peón: Carlos Céspedes, hermano de los dos fallecidos, quien salvó la vida por haberse vacunado a escondidas de sus familiares, Carlos Carve Urioste y Ernesto Bouton Reyes; Miguel Nebel, Emilio Mongay y Arturo Rovegno; Gonzalo Rincón, Carlos M. Cuadra, Alejandro Cordero, Eduardo De Castro y John Diggs.

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[1] FOOTBALL. El arribo del Nottingham Forest. La Tribuna Popular. Montevideo. 08/06/1905.

[2] FOOTBALL. EL GRAN MATCH DE AYER. Nottingham Forest versus Peñarol. SPORTS. La Tribuna Popular. Montevideo. 12/06/1905:4

[3] <https://viejosestadios.blogspot.com/2020/03/la-gira-del-nottingham-forest-1905.html>

 

Próxima nota: asume en AUF el presidente que cambiará la historia.