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Vale más la pluma que la espada




Ariel Longo. Columnista.


9 noviembre, 2014
Columnistas

En una programación radial de tiempos de mi niñez había un programa de gran repercusión nacional con  “fono platea” (donde se podía observar “in situ”  el espectáculo) de nombre “La pensión 64”  con los actores Antonio Ceti y Jorge Cazet  y  uno de los  personajes principales tenia por nombre artístico “Carlitos Otarini” donde  él mismo inmortalizó una frase que  decía, “¿me podría repetir la pregunta?” y esto enojaba mucho al  entrevistador.

El entrenador que enfrente situaciones en Uruguay y que no se calla trabaja menos, el entrenador que no de declaraciones trabaja menos, el entrenador que reclama salarios impagos; trabaja menos. El refinanciar por el perjudicado es visto como una medida agradable por los que adeudan;  aunque el almacenero, el carnicero, el panadero no lo ven de la misma manera.

Al  mas “veterano”, le cuesta más, a lo moderno se debe adaptar, sino; “fue”; como actualmente se acostumbra expresar. Pero ese “aggiornamento” no debería pasar por perder la línea de protección de una profesión que en nuestro país se  mantuvo firme muchísimos años.

Los cuestionamientos de parte de la prensa y  dirigencia a quién enfrente públicamente situaciones “son sentencias de muerte deportiva”.

¿Será esa la causa por la que el Profesor José Ricardo de León fue cuestionado durante toda su carrera?, como la famosa declaración (en Titulares de página) al requerimiento periodístico muy duro del extinto diario La Mañana cuando respondió a los gruesos calificativos sobre su futbol: “Si quieren espectáculo vayan al circo” o cuando el presidente de Toluca de México Don Nemesio Diez dentro del vestuario aplicó una reprimenda desmedida a los jugadores de los rojos 1974-75 y el Profe le sentenció:   ¡¡Con jugadores humillados no se sale campeón!! (Cosa que luego fue)  y aun hoy con todas sus glorias a cuestas y pasando su estilo de juego (también exitoso), a un segundo plano. Al decir del sabio chino Lao –Tsé que;  “Es bien sabido que las palabras elegantes no son sinceras, y las sinceras no son elegantes” Hoy me surgen esas dudas luego de ver ciertos episodios.

¿No resistimos los uruguayos a que nos enfrenten con verdades?

¿Somos represores con esa clase de entrenadores o jugadores?

Molesta que cuando no tenemos el si fácil, ¿no gusta? ¿No es mejor que él no, sea porque los fundamentos son validos y lógicos? ¿Ó hay que decir siempre si, ó siempre declarar?

¿Si me preguntan algo, debo contestar lo que piensa el otro? ¿Y si no gusta la respuesta causa enojo aun sea algo deportivo, donde el que “está en la cocina”, responde basado en hechos que vive diariamente?

¿El no ser mediático es “un punto en contra”?

¿Cuál es el verdadero valor de un entrenador? ¿El deportivo o el social? ¿Su personalidad? ¿”Su cintura”? o que forme futbolistas de futuro exitoso para el deporte y que vaya de la mano con su vida particular. El que sea exitoso trayéndolo para  el club de turno. El ser respetado y que respete en todos  los ámbitos.

Un día pregunté a un dirigente de un club como podían haber cesado a un entrenador que en ese momento había tenido una campaña muy buena en un club no grande de aquí; a lo cual me respondió;……”lo que pasa es que es un obsesivo”; y mi respuesta fue inmediata;…..” con eso que me decís ¿lo estas castigando o halagando?

¿Está mal en esta profesión vivir para el futbol? O es mejor vivir de él.

A veces escuchas interrogatorios deportivos; o comentarios; que se parecen más a “inquisiciones deportivas”, que a querer sacarse dudas.

Julio César Antúnez.

Julio César Antúnez.

¿Será que un entrenador quiere hacer las cosas para que le vaya mal, no  gane, y por consecuencia no poder mantener su hogar? ¿O juegan muchas cosas dentro del  funcionamiento de un equipo?, aparte del entrenador. Donde el mismo puede ser responsable pero no culpable de situaciones ocurridas.

La verdad en futbol ¿dónde está? Una vez el querido “Tola” Antúnez en una “rueda” de colegas nos dijo que el día  anterior a un partido oficial el hacía futbol; cosa que no es acostumbrada, pero esa fórmula le dio éxito en ese momento. ¿Donde está la verdad? Si hay tanta cantidad de alternativas como no va a ver infinidad de formulas. ¿Cual es la del éxito, para que la respuesta no enoje? ¿Y el reclamo económico ante meses sin cobrar ¿ es injusto? ¿Debe ser condenado?

¿Es el mundo del revés o es el actual?

¿Es mejor ser sincero o de gran cintura? El primero paga el IVA, y si le pones un poco de cultura aparece otro impuesto.