¡De otro planeta!
Luis Suárez y Edinson Cavani.
Luis Suárez y Edinson Cavani, los dos grandes fenómenos de Uruguay, nacidos en Salto. Si están inspirados, su efectividad superará posible errores defensivos como los cometidos ante Brasil.
Escribe Atilio Garrido / Fotografía Fernando González
A los 49 años, Gustavo Roverano –un notable golero uruguayo de la década de los ochenta- cumple dos décadas afincado en Perú, donde desarrolló la mitad de su exitosa carrera futbolística, primero debajo de los tres palos y luego desde el costado de la línea demarcatoria de la cancha, en funciones de entrenador. Anoche, alargando la sobremesa en El Parrillón, con su dueño, Pablo Profumo, Sergio Gorzy y el Gallego González, trazó en dos palabras lo que puede ocurrir esta noche en el estadio Nacional de Lima.
-“Perú viene entonado por el partido que disputó ante Venezuela. Lo perdía, lo empató y mereció traer los tres puntos. El equipo de Gareca como ocurre cuando juega de local, saldrá a proponer las acciones, dominará la pelota y atacará. Si encuentra el gol con esas acciones, a Uruguay le va a costar mucho llevarse la victoria. Si eso no ocurre –el gol peruano de apertura- entonces los celestes, con la fuerza de Suárez y Cavani adelante, estarán en condiciones de triunfar a medida que el encuentro avance”.
Para que los conceptos de Roverano sean más claro, sólo hay que echarle agua. ¿Qué está expresando un profesional calificado, que es un peruano más y así se siente desde su segunda nacionalidad legal que ha adoptado. Perú va a salir a atacar a Uruguay. Podemos, nosotros desde el estudio de la realidad actual, agregar que para Ricardo Gareca, el de esta noche, es un partido muy importante. ¿Por qué? Porque después que termine el enfrentamiento “se abrirá un debate bastante intenso sobre la continuidad de Gareca para el próximo proceso de Eliminatorias. El Tigre se jugará un cupo para Rusia y también la chance de ser una posibilidad en el tiempo futuro”, describió esta mañana en El Comercio, el colega Pedro Canelo. La encuestadora Ipsos reveló que el técnico argentino, a pesar de los malos resultados, cuando una abrumadora mayoría del 70% de los aficionados a favor de la renovación hasta Catar 2022. Entre los aspectos que destacan de su actuación, figura el quiebre generacional y disciplinario que impuso hace un año en la selección, al sacar del equipo a tres de “los cuatro fantásticos” (Vargas, Farfán y Pizarro) quienes amontonaban años y cantidad de partidos en la selección. Quedó uno sólo: Paolo Guerrero.
¿Qué juego debe desplegar, a mi modesto juicio, obviamente, y sin pretender enfadar a ese gran técnico que es Oscar Tabárez, el equipo uruguayo esta noche? Apelo y voy a insistir –como lo hice con anterioridad al juego ante Brasil- con los viejos conceptos que me volcó a través de una larga amistad del Prof. De León. El conjunto celeste, que gracias a las grandes actuaciones que desplegó en el arranque de las eliminatorias, se encuentra en una posición ventajosa, a tan sólo cinco puntos de Rusia 2018, debe pensar en lograr ese objetivo con mentalidad resultadista. ¡Por eso, previamente al encuentro Brasil, señalé que con el empate era para festejar con cohetes! Uruguay salió a atacar desenfrenadamente, a proponer, a convertirse en dueño de la cancha. Y al igual que le ocurrió ante Chile… perdió por goleada.
En estos dos partidos, donde Uruguay cambió el juego que propuso en el comienzo de las eliminatorias, quedando la duda si la decisión fue del entrenador o de los jugadores influyentes del equipo, se hizo realidad la vieja frase de “jugamos como nunca, perdimos como siempre”. ¡Es momento de volver a pensar, primordialmente, en el cero en el arco propio y defenderlo a morir! Recién después que el rival se encuentre desgastado y haya mermado sus fuerzas, llegará la hora de apostar al contragolpe para desequilibrar.
Ahora bien, ¿el equipo que armó Tabárez para esta noche, está capacitado para contener los embates de Perú?
En primer lugar hay que dejar en claro un dato de la realidad. ¡Retorna al equipo Luis Suárez! ¡Un fenómeno de otro planeta, quién junto a otra estrella como Edinson Cavani, pueden hacer olvidar cualquier defecto del resto del equipo! Dejando en claro que si los dos salteños están en una noche inspirada, Uruguay puede cometer todos los errores defensivos que quiera, que el triunfo igualmente se puede alcanzar.
Pero, supongamos que el ingresado Araujo controla a Suárez y entre Rodríguez, Tapia y Yotún se las ingenian para desconectar a la dupla salteña. Ahí pueden llegar los problemas, nuevamente por la zona derecha de la defensa de Uruguay, en dónde el técnico Tabárez no introduce variantes. Se mantiene como primera contención Carlos Sánchez y como segundo escollo Maximiliano Pereira. Es seguro que Gareca y su ayundante, el uruguayo Sergio Santín, observaron el video del partido ante Brasil. Y deben haber advertido que las flaquezas defensivas son mayores por la zona derecha de la retaguardia oriental. Por allí se moverá el veloz Cuevas, escalará por la banda el lateral Trauco que es compañero de Paolo Guerrero en el Flamengo, quién se recostará en ataque hacia ese lado para arrancar por la izquierda, buscando habilitar a los que llegan por el otro lado. El muy veloz Carrillo y eventualmente Flores.
Confío en que la experiencia que tiene acumulada Oscar Tabárez, el entrenador del récord mundial, se vuelque en la hora decisiva de comunicar a sus jugadores el plan de juego. ¿Saldrá el equipo a atacar y proponer, para convertirse en protagonista en buscar de un triunfo desde el minuto cero? ¿O, por el contrario, volverá al antiguo exitoso esquema de utilizar el libreto de jugar de visitante –como lo hizo en Montevideo ante Colombia, Chile, Ecuador y Paraguay-, para desgastar al adversario y pegar los zarpazos letales, luego que el rival pierda energías y aparezcan en escena los dos grandes fenómenos (Suárez y Cavani), capaces de destruirlo todo, por más errores defensivos que cometa el equipo?
En lo personal, y desde mi posición de simple comentador de situaciones, muy lejos de la erudición futbolística del técnico récord mundial, me inclino por lo segundo que, insisto, resumo con el pensamiento del Prof. De León: primero asegurar el cero en nuestro arco.
