“METIMOS UNA DEMANDA PENAL CONTRA LAS 20 JUGADORAS PARA LIMPIAR LA IMAGEN DE MI FAMILIA”
“En lo personal me aislé pero mi familia obviamente sufrió. Mi madre y mi hermana son personas públicas, mi padre vive en Estados Unidos. Tengo una nena de 3 años, lo mejor que hice en la vida y una pareja. Sabía desde diciembre de la existencia de la carta. La comisión de fútbol femenino de Nacional me había confirmado en la continuidad. Hasta conocer lo que decía la carta no me preocupaba. Cuando salió sentí impotencia. Fue muy bravo. Me dolió que digan violencia de género y mi nombre. Ayer ví a un asesino comprobado con las iniciales y acá estaba mi nombre. No mandé quebrar a nadie. A principio de año se me acercó Juliana Castro y me dijo que no le gustaba como trabajaba. La respeto porque dio la cara y me lo dijo. Yo no soy amigo ni de ellas. Es una muy buena jugadora. Pido jugar fuerte contra todos, ir a buscar las pelotas como la última, en ese sentido, no agresivamente. Dicen que tengo problemas y ninguno. Manejo grupos humanos desde mixtos desde los 15 años, juveniles y ahora equipos. Nunca tuve un problema, todo en pos de mejorar Lo primero que me pidieron el club y mi abogado es que mantuviera silencio. El presidente de Colón me dio la autorización para pasar su teléfono y que lo llamen a ver si me fui mal. Tengo agradecimiento. No denigré a nadie. Cuando uno tiene un rival se fija el punto débil, no significa burlarse, decir aquella es lenta y no te va a alcanzar no es una burla. En 2015 presenté a la directiva de Nacional un proyecto para renovar el plantel antes de enero de 2016. Me designaron el 9 de enero y no se pudo hacer. Quedó que se haría a fin de año. Desde 2012 Nacional no sale campeón, es el que hace más por ellas y aporta. Yo fui el único técnico que asumí honorario. Soy socio, amante del club y me negaba cobrarle al equipo que soy hincha. Nunca hice mis descargos. El 23 de enero estaba en las pruebas de aspirantes. Metimos una demanda penal el lunes con el objetivo de limpiar la imagen. Es contra las jugadoras no con el club. Sufrí por mi familia. Me crié con la figura materna porque desde que recuerdo están separados y que me acusen de esto… Desde 2013 estoy luchando para que las mujeres tengan lugar en el fútbol como me educaron. Somos todos iguales. No soy representante, he ayudado a jugadoras en el exterior. Es como cuando un técnico conoce a otro y recomienda a un jugador. ¿Eso es ser representante? No, nunca cobré un peso. Una chica hincha de Peñarol quiso irse y Nacional no le daba el pase. Me puse en comunicación con la gente de Peñarol y se hizo una negociación, Nacional cobró 20.000 pesos por el pase. Hoy lo haría Sebastián Perona pero en ese momento no había nadie. Mi novia está en Nacional, es una chica venezolana, todo el mundo sabía antes que llegara. A partir de esto no habla con sus compañeras. Se va a ir de Nacional por decisión propia”. (Ignacio Chitnisky, técnico cesado en Nacional Femenino por la acusación del plantel tricolor, a las 9:20, Sport 890).