Costó un ojo de la cara
Diego Godín trinfó con al Atlético de Madrid ante Barcelona de Luis Suárez.
El 78% de la posesión de pelota fue de Barcelona FC y el 22% fue de Atlético de Madrid.
Ganó el equipo “Colchonero”.
¿El Barcelona dominó o el Atlético dejó que fuera así?
Algunos han dicho por ahí……….que fue a la uruguaya que ganaron los rojiblancos.
Un entrenador es español y el otro argentino. Con el segundo nos divide un río, está cerca.
Será nuevamente, como todo lo de futbol, donde aparece polémica por casi todo, que esto puede ser motivo de discusión, y de este lado respeto todo.
Nos une el amor y la pasión, en el pensamiento por el color celeste de nuestra camiseta.
Es digno respetar todas las opiniones aunque no se compartan.
Me dijo Luis Garisto al inicio de mi etapa de entrenador: “Ariel, no te vayas a enojar, los entrenadores damos examen todas las semanas; pero no nos recibimos nunca”
Lo que aparece como un recuerdo pero que también muchas veces está presente en nuestra historia de selección, es aquello que caracterizó a los duelos del Rio de la Plata.
Ataca Argentina; gol de Uruguay.
Lo real es que gana el que hace más goles, no el que hace mas pases.
A veces puede pasar que la posesión no es garantía de triunfo. Aunque todos quieren tener el dominio del balón y del juego, no hay jugador ni entrenador que no quiera eso, ni que no quiera jugar en forma que dé espectáculo.
Pero lo que sí es seguro; es que todos los que entran al campo de juego, jugadores, entrenadores y seguidores de los contendores, a disputar un partido; quieren ganar.
Por eso muchas veces cuando hay sequia de triunfos; se llega con la soga al cuello y la necesidad del triunfo hace que por lograrlo; y si se logra, jugando aunque no sea dando espectáculo, la frase es en declaraciones posteriores al partido: “lo importante eran conquistar los 3 puntos, y se logró, entonces estamos felices”
El paladar a veces se olvida aun resignando el buen juego, es como la sobrevivencia, se hace todo por seguir.
Generalmente los uruguayos no recordamos una pelota muy mal jugada si el triunfo selló el resultado; recordamos el triunfo como prioridad. Sin dejar de pensar y buscarlo nuevamente el poder hacerlo con un juego atildado que ponga broche de oro a los 3 puntos en disputa.
No creo que nadie quiera jugar mal.
Pero no tener posesión de pelota no implica no ser efectivo.
Diego Godín trinfó con al Atlético de Madrid ante Barcelona de Luis Suárez. (Foto EFE)
Hoy Godin (y aunque no jugó Giménez también) le ganó a Suarez. El defensa le gano al delantero.
Y en ese duelo de uruguayos fue como ha sido siempre entre ellos o entre uruguayos; con toda la pasión por ganar, lo mejor es defender su profesionalismo y a la camiseta que defienden, donde esta segunda es lo amateur de cada uruguayo, arriesgando hasta el físico.
Su ojo derecho muestra resabios del fragor de la lucha, y esas son cosas que a nosotros los uruguayos nos gusta mucho; dejar todo por la camiseta, sin miramientos, forma parte de nuestro ADN.
Hemos tenido selecciones de muy buen juego, o juego que es para mejorar, a nuestros equipos con los dos temas de idéntica manera.
Pero el resultado final; es que queremos ganar.
Y para ganar la estrategia de cómo hacerlo es parte importante. A veces se deja que el rival tenga la pelota, a veces se presiona, o el contragolpe, a veces es juego aéreo, otras por abajo, en fin, los jugadores tienen una gran capacidad de adaptación a lo solicitado, u otras veces lo individual desnivela; en futbol el abanico de posibilidades es enorme.
Pero el fin uno solo.
¿O el Atlético de Madrid no está capacitado de tener posesión de pelota?, pero esta vez la estrategia implementada surtió efecto. A la hora de un resultado todo juega.
Hay equipos con tradición que hoy necesitan la inyección del triunfo por encima de cómo venga.
Toda la gente que rodea al futbol merece el premio de ver ganar a su equipo, por encima de cómo se opine en cuanto a gustos.
Los jugadores y entrenadores todos quieren jugar bien, mas la practicidad muchas veces pesa más en la balanza. Siempre hay tiempo para corregir. Y siempre es mejor corregir ganando que con una derrota. Lo segundo; cala hondo, perturba, no aclara las ideas. Pero todo es porque no se ganó.
Entonces el remedio de ganar sana heridas.
