Mujeres con su habitual atuendo y uruguayos demorados en la frontera
Un grupo de compatriotas con problemas para cruzar la frontera. Los futbolistas jordanos enfundados en equipos buzos totalmente negros con unas pequeñas franjas amarillas ingresaron a la cancha levantaron sus manos a las tribunas y explotaron los aplausos.
Escribe: Atilio Garrido / Fotografías: Fernando González (enviados especiales a Ammán)
VOLVIO LA MUSICA: Para no romper los que te dije, la música fuerte del “bajalajaula” volvió. Los hinchas ya tenían menos entusiasmo en las tribunas. Sólo se movían cuando pasaban una canción de la selección. Algo así como nuestro “Uruguayos Campeones”, que entonces todos cantaban mientras agitaban banderas. Luego de un cuarto de hora la música se detuvo.
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EXTRAÑO RITUAL DE TODO EL PLANTEL DE JORDANIA: Aprovechando ese parata musical, aparecieron por el túnel todos los integrantes del plantel de Jordania. Enfundado en equipos buzos totalmente negros con unas pequeñas franjas amarillas –no son los de Peñarol, ¿tamo?-, se dirigieron corriendo hacia el centro de la cancha. Allí todo el plantel se puso en fila. También estaban los técnicos. Eran más o menos unas 40 personas. Levantaron sus manos a las tribunas y explotaron los aplausos. Luego, siempre en el círculo central, se tomaron todos de los hombros, cruzando los brazos entre sí. Formaron un círculo y efectuaron un rezo que duró unos 30 segundos, en medio de un silencio total. Después rompieron filas y todos se desparramaron por diversos sectores del campo. Curiosamente, se abrazaban entre los jugadores. Luego miraban a las tribunas, ya muy cercas de ellas –pero siempre sin abandonar la cancha-, levantaban las manos, se tocaban el corazón y aplaudían a los hinchas que retribuían de igual manera. Luego de realizar estas acciones, se fueron a los vestuarios. Un extraño rictus. ¿Punto final a su actuación, despedida de su público? ¿O fuerza y coraje para hacer realidad esa consigna de que imposible no hay nada para Jordania?
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A LA OLA, OLA… Después que se retiraron todos los integrantes del plantel de Jordania de la cancha, se apoderó de la escena un largo silencio que duró muchos minutos. Fue algo así como tras un rictus, la multitud quedó en schok. ¿Cómo lo rompieron? Empezaron a hacer la clásica “ola” inventada por los mexicanos en la Copa del Mundo de 1986 e inmediatamente otra vez comenzó la música del “bajalajaula”.
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CONFIRMADOS LOS PROBLEMAS EN LA FRONTERA: Sergio Gorzy que se acerca hasta mi posición, confirma que hubo problemas en la frontera. Más de dos horas se atrasó el cruce por diversos motivos. Uno de ellos, porque les extrañó al personal de seguridad, que tantos israelíes quisieran pasar la frontera. ¿Qué pasa?, se preguntaban. ¿Preparan otra guerra del golfo? Increíble. Los jordanos no entendían que los uruguayos judíos que viven en Israel venían a ver a su querida selección, a la gloriosa celeste que hace tanto tiempo que no ven en acción directa. Al final se solucionó el tema y con la demora del caso pusieron proa hacia el estadio llegando con gran retraso.
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INGRESO OTRO GRUPO DE URUGUAYOS: El sector reservado para Uruguay comenzó a poblarse con la llegada de los judíos uruguayos. Varios de ellos colgaron carteles. Uno dice: “Acá, allá, donde sea, todos somos celestes”. Otro grita: “Artigas presente”. El que lo rajo dice que hizo como 12.000 quilómetros para estar acá. También hay uno de Bella Unión. También colgaron otro trapo amarillo con letras negras: “Cardona presente”. Y en algo que debe destacarse, sobre el alambrado lucen una bandera de Peñarol grande, al lado otra de Nacional algo más chica y luego una de Uruguay. Ahí está el símbolo del fútbol uruguayo glorioso. Los dos “grandes” y la de la Patria. Porque el Ec. Ache tiene razón, cuando dice que quienes quieren emparejar para abajo despreciando a Peñarol y Nacional no conocen la historia del fútbol uruguayo.
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MUJERES ÁRABES EN EL ESTADIO: La multitud de jordanos se expresa. En dos ocasiones habló alguien por los altoparlantes e inmediatamente surgieron los silbidos. No tengo idea de que trata, claro. También debo destacar la presencia de muchas mujeres árabes en las tribunas, exhibiendo su adhesión religiosa al islam, con su cabezas cubiertas –algunas- y otras casi totalmente tapadas de arriba hacia abajo. En próxima Crónica de Viaje explicaré este tema del mayor o menor grado de cobertura por parte de las mujeres.