“Jorge García: Cerro está contigo”
El trapo fue mostrado por los futbolistas antes de ser colocado en el alambrado de la cabecera de la hinchada local.
Trapos: El futbolista Jorge García está atravesando un trance difícil en su vida. La hinchada y el plantel de Cerro, el club que más recientemente defendió García, se solidarizaron con él a través de un trapo.
El trapo fue mostrado por los futbolistas antes de ser colocado en el alambrado de la cabecera de la hinchada local.
Otro trapo de la hinchada albiceleste, que mostró la gratitud por encima de la coyuntura de un partido, expresó: “Eterno Capitán Pellejero”, por Richard Pellejero, el hoy volante de Sud América que lo fue de Cerro durante muchos años y distintos períodos de su carrera.
Homenaje de la hinchada cerrense a Richard Pellejero.
Números altos: Cuando se dio a conocer la formación de Cerro, llamó la atención el número del golero suplente, Evo Rocchi, el 74, pero cuando se repartió el papel de prensa de Sud América con la formación de los buzones, le mataron el punto: su golero suplente Matías Quintana, tenía el 91.
Camisetas no tradicionales. Sud América jugó con un diseño que había utilizado ante Nacional, con pantalones naranjas y casacas a rayas verticales naranjas y negras.
Cerro lució camiseta blanca atravesada por una franja celeste.
Preliminar: El local derrotó a Sud América, 3 a 1 en Tercera, a primera hora en el estadio Luis Tróccoli.
Una anécdota del “Pico” Umpiérrez: Junto con el debut de Pablo Rodríguez como DT de los de la villa, debutó Ruben Pico Umpiérrez como integrante de su cuerpo técnico. Fue un formidable delantero que está en la mejor historia de Cerro. Cuando lo dirigía, con la albiceleste, José Francisco “Pepe” Sasía, con quien hicieron gran campaña en el Uruguayo, en una charla técnica anterior a una práctica de fútbol, Sasía les pidió que a los jugadores que más sabían con la pelota en el equipo contrario no los dejaran pensar, que los presionaran con marca encimada y anticipo. Cuando empezó el partido de práctica entre titulares y suplentes y tomó la pelota el lateral que marcaría a Umpiérrez, éste en vez de marcarlo, empezó a gritar: “¡Déjenlo pensar, déjenlo pensar!”.
